La historia del entreno atlético
¿Cuál fue primero?, ¿el press de banca o la sentadilla? o, ¿ tal vez fue el press militar?; a decir verdad quién realmente sabe, pero todos nos preguntamos siempre, ¿dónde comenzó todo?. Tomemos al press de banca… para pensar en como fue la historia del entreno atlético.
Tal vez en el día, un pobre cavernícola en un paseo decidió tomar una siesta debajo de un árbol; la siesta fue interrumpida por una rama de árbol estrellándose contra su pecho; ¿qué pasaría si en vez de dejar que la rama lo rematara, empujó sus brazos por debajo de la rama y con un poderoso grito de guerra lo sacó del pecho?
El amigo cavernícola regresó a su aldea contando lo que pasó en su siesta, abriéndose dentro de él o sus compañeros repetir la escena de “su casi desaparición”; ese día se dio la primera competición de press de banca, ¿ verdad ?. Los resultados empezaron a ser grabados en el árbol para que todos lo vean… en fin, la verdad es que nadie puede dar una respuesta definitiva sobre cuándo la humanidad comenzó a desarrollar las rutinas de ejercicios que millones de personas realizan religiosamente cada cada día para mejorar la composición corporal y mantener la buena salud.
A “Milo of Croton” se le acredita como el primer atleta entrenado que forma parte del registro de la historia del entreno atlético; es una de las leyendas atléticas más famosas. Después de leer sobre él, uno pensaría que era una combinación de Mike Tyson, Rulon Gardner y Hulk Hogan, todos envueltos en un tipo malo; hay muchos mitos y leyendas que rodean a este héroe griego, pero lo que sabemos es que fue un olímpico, un luchador campeón y un general de guerra.
Como la mayoría de nosotros lo hacemos hoy, los antiguos atletas olímpicos entraban en un gimnasio montado que incluía vestuarios, pistas de entreno, cubiertas y otras instalaciones al aire libre.
Los atletas entrenados se quedaban desnudos y ungidos en aceite de oliva, mientras sus calentamientos eran acompañados por flautistas; en realidad los entrenos eran críticos para la sociedad antigua, donde la capacidad del cuerpo formaba parte de la propia supervivencia de una comunidad; cuantos más hombres entrenados tenían, mejor ejército formaban y por consecuencia estaban por encima en la jerarquía humana.
En China, al igual que en Roma o Atenas, los soldados participaba en varios tipos de entrenos con pesas para prepararse para la batalla. De hecho, los historiadores han descubierto documentos chinos que datan de 3600 AC que detallan una rutina de ejercicios para los soldados; tal era la importancia que el ejército chino le daba al ejercicio físico que, en siglos posteriores, se requería que los soldados potenciales pasaran un examen basado en los textos de levantamiento de pesas si ingresaban al servicio militar.
En la antigüedad los equipos hechos por carpinteros y herreros dependían en su diseño de la disciplina; los corredores utilizaban accesorios como pesas para aumentar la fuerza mientras que corrían, mientras que los luchadores usaban una variedad de implementos y bolsas para el desarrollo de sus habilidades. En realidad no había premios para el segundo o tercer lugar, pues la idea de un premio, incluyendo mantener la vida en muchas de estas competiciones, eran parte de la propia historia del entreno atlético.
Las competiciones eran importantes tanto para el atleta, para el entrenador o la propia sociedad, que muchas veces se jugaban su comida, sus recursos o su propio territorio; en el caso de las viejas Olimpiadas, los emperadores fijaban para los atletas y sus entrenadores beneficios financieros y elogios de por vida, otorgándoles el grado de “estrellas” para aquel tiempo.
Los entrenadores usaban todo tipo de medios físicos y psicológicos para motivar a sus atletas y esto forma parte de la historia del entreno atlético; se cuenta en los viejos libros que un antiguo entrenador apuñaló a un atleta que se dio por vencido durante un combate. Encontramos por ejemplo en uno de los textos, que el poeta Pindar declaró la importancia del entrenador; «no estar preparado de antemano es una estupidez, porque las mentes de los no practicantes son cosas insustanciales»; en fin, como en estos tiempos, la mayoría de los entrenadores eran ex atletas que no solo instruían a un atleta en sus rutinas deportivas, sino que en sus dietas, higiene y terapia física.
El entreno atlético moderno
Estados Unidos fue el primer sitio donde se volvió a formalizar las cosas dentro de la historia del entreno atlético; en 1881 empezaron a abrirse algunos gimnasios y la literatura se empezó a extender en pequeños círculos, pero el primer libro se denominó «The Trainer’s Bible», que fue escrito en 1917 por el Dr. SE Bilik. El primer suplemento, “linimento” que servía para los dolores musculares y esguinces, se comercializó en 1920 y recién en 1938, los entrenadores que se empezaron a organizar hicieron el intento para crear una Asociación Nacional, que posteriormente en 1950 en Kansas City abrió sus puertas con la denominación de “NATA”, la cual fue certificada en 1970.
La mayoría de los estudiosos de la historia del entreno atlético señalan a Bob Hoffman como el padrino del entreno de fuerza estadounidense; éste compró la compañía Milo Barbell en bancarrota en 1935 y la convirtió en York Barbell. Fue un gran participante y defensor financiero del levantamiento de pesas olímpico, que despegó en Estados Unidos en los años 50 y 60, cuando se hizo evidente que la pedagogía del ejercicio de resistencia haría que los atletas estuvieran «atados de músculos», era un montón de basura.
A fines de los años 60 y 70, los atletas «explosivos» más exitosos usaban el entreno de resistencia para saltar por delante de sus competidores. El entrenador Boyd Epley y otros formaron la National Strength and Conditioning Association; Epley, que era de Nebraska y se le dio la oportunidad de trabajar con el equipo de fútbol americano de la Universidad de Nebraska y Tom Osborne en 1969, cuando era estudiante. Epley le decía a cada uno de sus jugadores «si te vuelves más lento, estas despedido» y con esto en mente, el “Proyecto Nebraska” se convirtió en un programa poderoso.
Existen muchos métodos y muchos sistemas «modernos» que pretenden ofrecer «el camino» hacia la fuerza y la potencia; esto lo vivimos también dentro de la historia del entreno atlético donde el culturismo y fitness, encabezados por supuesto por Joe Weider, el padre del culturismo moderno muestra lo mucho que se avanzó y que seguirá avanzando con la ayuda de Arnold y otros grandes que modificaron muchas, muchas, muchas cosas dentro de esta historia del entreno atlético.
En fin, cada atleta tiene que buscar constantemente nuevas formas de mejorar porque la complejidad del cuerpo humano exige diversidad dentro del entreno, para que se pueda progresar perpetuamente en el viaje de rendimiento atlético. Aunque no podemos confirmar el momento y el lugar en que se realizó cada ejercicio por primera vez, podemos elegir buscar sin miedo nuevos métodos para hacernos más grandes, más rápidos, más mezquinos, más delgados y más fuertes.