Dani Dominguez, Nuestro Campeón
El ciclista del MASmusculo Bike y del Team Ecuador espera dar el Salto Definitivo esta temporada
Dani Domínguez, ciclista del Team Ecuador y componente de nuestro MASmusculo Bike PRO, habló con Ciclismo a Fondo antes de comenzar la que ha de ser su temporada de consolidación definitiva en el profesionalismo; nacido el 16 de junio de 1985, parece haber encontrado por fín la calma y la continuidad que necesitaba para poder mostrar todo el potencial que atesora en sus piernas. Profesional desde 2009, año en el que debutó con el ISD ucraniano, es un ciclista tardió que espera, según sus propias palabras, seguir el camino de Chris Horner. «No estaría mal ganar la Vuelta con 42 años. Lo firmaría en un papel», nos confesaba entre risas el corredor granadino que se define así mismo como un «corredor todoterreno».
Esta temporada correrá en el Team Ecuador junto a otros cinco ciclistas españoles: Jordi Simón, Albert Torres, Jaume Rovira, Isaac Carbonell e Higinio Fernández. Cómo muchos otros, ha sufrido la crisis del ciclismo nacional en su propia piel; según cuenta en la entrevista, «Llevo 8 años sin continuidad y este año cuando la tenga, todos los resultados vendrán solos».
Parece claro que no piensa dejar pasar ninguna oportunidad que se le presente; en la entrevista reproducimos lo que nos cueta Dani, pues la motivación está, y lo primero, es la presentación para el gran público que puede que aún no lo conozca,
¿Quién es Dani Dominguez? ¿Qué tipo de ciclista eres?
Soy un enamorado de la bici. No hago lo que quiero sino que quiero lo que hago. Llevo muchos años luchando por tener la continuidad deseada por cualquier deportista de élite. Desde 2007 no la tengo y sin embargo he seguido al pie del cañón uno y otro año porque sé que tengo genética y que tengo un hueco en la máxima categoría como he demostrado a trancas y barrancas. Estar mentalmente súper y tener continuidad es todo para dar resultados cuando uno hace las cosas bien.
Me considero un corredor todoterreno y creo que las vueltas largas son lo mío. Ya hice buenas generales en vueltas de 10 días, cuando estoy bien rindo a buen nivel en la montaña y soy rápido en grupos pequeños.
Viendo tu historial de equipos, todos ellos en el extranjero, podemos imaginar que eres uno de esos ciclistas que en estos últimos años ha tenido que vivir con mucha incertidumbre su futuro profesional.
Así es. Dada la situación en España, tuve que irme al extranjero y conocer otro tipo de ciclismo como las clásicas belgas. Es para vivirlo, con frío, agua y a mil por hora. La tensión es protagonista desde el km 0.
Todas esas experiencias me han ido haciendo muy fuerte mental y físicamente y me han enseñado mucho a valorar como por ejemplo lo que es entrenar en casa, vivir en Granada, etc. No tengo continuidad desde 2007 y se dice pronto; este año cuando tenga la continuidad deseada en el Team Ecuador espero liarla y mucho, puesto que algunos se ríen pero otros ya me van creyendo, me considero un «Horner”.
En anteriores entrevistas, te hemos leído realmente enfadado con la situación actual del ciclismo español. ¿Cómo valoras la situación actual por la que atraviesa nuestro deporte?
El ciclismo español está herido de muerte; estamos sobreviviendo con los cuatro capos que tenemos que están ya en su última fase de profesionales. Ellos están siendo los que ayudan además a la cantera. Contador y Valverde han sacado sus respectivos equipos de chavales pero, ¿Qué corredores están capacitados para ocupar su lugar en el futuro?
Nos falta apoyo. Te vas al CAR de Sierra Nevada y tienes deportistas extranjeros costeados por sus federaciones, construyendo futuros campeones y provistos del mejor material, cuidados, médicos, fisios, etc, pero luego eres deportista profesional granadino y no te dejan ni las instalaciones gratuitas.
¿De cuál de los equipos en los que has estado guardas mejor recuerdo? Has corrido en Ucrania, Rumania, Bélgica, Dinamarca…
De todos tengo algún recuerdo grato; los ucranianos del ISD fueron los que me ofrecieron la posibilidad de debutar en profesionales en la Vuelta a Dinamarca y su manager es aún un gran amigo. La aventura en Rumania dejo más que desear, pero formo parte de mi aprendizaje y mi fortaleza mental de la cual he tirado para ser mejor, en Bélgica conocí otro ciclismo que me gusto bastante pero es complicado llegar preparado y tener continuidad ya que es complicado entrenar allí en invierno por el frío y el mal clima. Y preparar las clásicas en el rodillo, no es lo mejor.
En el conjunto alemán NSP-Ghost tuve mis primeros destellos gracias a una fuga en la Vuelta a Andalucía en la que me cogieron a 500 metros de meta; y esta pasada temporada, he estado corriendo en el Cristina Watches danés con los que firme a mediados de temporada para correr la Volta a Portugal. Me trataron genial y hubiera continuado con ellos de no haber desaparecido el equipo.
Como bien dices, el pasado año te reincorporaste al Cristina Watches con la temporada ya empezada. ¿Cómo surgió esta oportunidad?
Me venían siguiendo desde hacía un tiempo y necesitaban un corredor más y no se lo pensaron mucho, apostaron por mí; en 2014, a pesar de comenzar el año sin equipo, corrí todo lo que había en el calendario amateur, entrené como el que más, descansé y disputé vueltas de 5 días una tras otra casi sin descansar. Sabía que tenía que estar lo mejor posible por si me llegaba una oportunidad y así fue. Para mi entrenar es un placer aunque a veces las series me desquicien.
¿Qué tal fueron tus sensaciones en el equipo? ¿Quedaste contento con tu actuación en Volta a Portugal?
En Portugal quede muy contento aunque me dolió no llegar tan preparado como me hubiera gustado; podría haber hecho un stage en altura, haber adaptado bien la bicicleta a mí pero todo surgió muy rápido, fui protagonista el último día gracias a una fuga de 200 kilómetros y en la etapa reina aguante con los mejores la mayoría de la etapa.
Tanto manager, directores como mecánicos y masajistas tuvieron un trato extraordinario conmigo; hice muchas amistades y me sentí querido y cuidado, tal y como debe estar un profesional. Pasé de correr con una bici reventada a tener tres y acabar la etapa y subir al bus y tener preparado un plato de arroz, frutos secos y tu cama para tumbarte con el móvil. Son detalles que te hacen suspirar y pensar, “valió la pena toda la lucha”.
Con la desaparición del equipo Christina Watches, tuviste que buscarte la vida, y te llegó la oportunidad del Team Ecuador en el que correrás junto a otros cinco ciclistas españoles –Simón, Torres, Fernández, Carbonell y Rovira-. ¿Imagino que muy contento?
En el breve paso que tuve por el Christina Watches coincidí en Portugal y en China con el Team Ecuador y protagonicé una fuga importante con Jordi Simón en la que me vieron en acción; estuvimos hablando y finalmente firme por ellos a pesar de que tenía una oferta de Malasia pero debía vivir todo el año allí y yo también valoro mucho mi tierra, mis amigos, mi familia y mis zonas de entrenamiento.
Espero dar el salto definitivo esta temporada y compartir muchos éxitos con mis compañeros. Lo principal es hacer piña y ser un grupo de amigos, lo demás vendrá solo.
¿Cuál es la situación actual del equipo? Pues parece que en las últimas semanas habéis tenido algún conflicto con la UCI que os ha impedido tomar parte en la Challenge de Mallorca, que tendría que haber sido vuestro primer compromiso de la temporada.
El equipo quedó inscrito ayer definitivamente en la UCI asi que era imposible ir en condiciones a la Challenge de Mallorca; el material lo tenemos listo en Barcelona y estamos a la espera de reunirnos en cualquier momento. Sé que próximamente tendremos la presentación oficial del equipo en Quito donde se anunciará el calendario que tendrémos que afrontar en este 2015.
¿Cómo afrontas esta próxima temporada? ¿Te marcas algún objetivo?
Empiezo con muchas ganas e ilusión; creo que hace muchos años que no paso un invierno tranquilo y sabiendo todo con tiempo. Mi objetivo es rendir lo máximo posible, pues me gustaría conseguir una o dos victorias UCI y ayudar al equipo cuando haga falta y por supuesto seguir aprendiendo. Pero sobretodo no quiero olvidarme de disfrutar día a día de la bici; al fin y al cabo somos privilegiados de poder hacer lo que nos gusta en los momentos que vivimos.
¿Piensas que lo mejor de ti está aún por venir?
Sí, y además rotundo; creo que llevo 8 años sin continuidad y este año cuando la tenga, todos los resultados vendrán solos. Me considero un ciclista tardío, empecé mi carrera casi en aficionados, en juveniles corrí 3 carreras y gane 2 y no sabía ni meter las calas en los pedales (risas). Como te dije antes creo que sigo el camino de Horner y estoy feliz de ello. No estaría mal ganar la vuelta con 42 años. Lo firmaría en un papel (risas).
He hecho las cosas muy bien muchos años, por el buen camino y es lo único de lo que me enorgullezco; sigo creciendo poco a poco y mi motor no ha dado ni el 70 %, y tendré que intentar este año sacar el 100% de mí. Os doy un dato que habla solo, mi Vo2Max es de 87. Cada año me siento mejor, la recuperación es más rápida y la motivación mayor.
¿Cuál será tu rol dentro del equipo?
Hacer lo que me digan (risas); supongo que habrá que ayudar al equipo y cuando tenga un poco de libertad podré moverme. Creo que junto a otros corredores podemos liarla y bien. Como hice con Jordi Simón este año en China, una pena que nos cogieran a 1 km tras atacar los dos en solitario a 40 km meta.
Hemos podido comprobar a través de tu Twitter que eres un ciclista muy preocupado por tu alimentación, te has realizado varias analíticas ADN para compensar los nutrientes de los que estés más necesitado. Háblanos un poco de esta faceta tuya y cómo han sido esos cambios que has realizado en tu dieta y de qué forma han influido en tu rendimiento.
Actualmente se está afinando mucho en muchos temas, no solo es entrenar y descansar; ahora la capacidad de sacrificio tiene más nota. Tengo un sponsor que me ayuda en mi preparación y me hacen test de oxidación para conocer el grado de oxidación de mi cuerpo y saber cómo neutralizarlo con antioxidantes. Así mismo me han proporcionado una larga lista de alimentos y la repercusión de ellos en mi rendimiento. Algunos los he suprimido y la mejoría es inmensa.
El test de carencias nutricionales está muy bien porque me permite saber en cada momento el déficit que tengo de que mineral o vitamina en concreto y paliarlo. Si alguien está interesado se puede ponerse en contacto conmigo y le explico.