Radicales libres
Combatir a los radicales libres es uno de los objetivos principales que todo ser humano debe tener en su agenda de vida
Los radicales libres producidos dentro del organismo del ser humano son responsables por el envejecimiento precoz, aumento de enfermedades como el cáncer, cataratas y un verdadero perjuicio para quien intenta sobrepasar los propios límites del cuerpo. Cada persona tiene un equilibrio metabólico. La preservación de ese equilibrio es necesaria para la buena nutrición. «La nutrición está para ofrecer salud como un ladrillo es importante para constuir un muro»: los suplementos constituyen el cemento. No se puede erguir un muro sin cemento y, mucho menos, sin ladrillos. Además los suplementos jamás substituyeron una alimentación sana y equilibrada. Un muro de ladrillos, correctamente cimentados, resistirá a cualquier cosa resaltan los médicos ortomoleculares.
Los nutrientes son sustancias indispensables para el crecimiento del organismo. La mayor parte de ellos están en la alimentación, y la otra parte es sintetizada por el metabolismo.
Los radicales libres (RL) son los villanos naturales del organismo, producidos por reacciones bioquímicas del oxígeno. El cuerpo humano produce radicales libres toda vez que se respire, y esas moléculas, muy reactivas e inestables se enchufan y encuentran enfrente (proteínas, lípidos, ADN, azúcares) y las desestabilizan. Esas llamadas peligrosas en el cuerpo humano se repiten indefinidamente, todos los días, y, como resultado, las células se damnifican, causando el envejecimiento precoz y las enfermedades.
Una de las definiciones más perfectas de los radicales libres es del Prof. Roy Waldorf, uno de los padres de la medicina ortomolecular: «Ellos son tiburones blancos en nuestro océano biológico». El papel de los radicales libres en el proceso de aceleración del envejecimiento, el cáncer, las cataratas, y otras afecciones degenerativas está siendo blanco de investigaciones médicas.
Como combatir a los radicales libres
Para combatir eficazmente a esos enemigos del cuerpo, gran número de expertos defiende, actualmente, la ingestión de suplementos de vitaminas y de óligo-elementos, y son muy utilizados por millones de personas en el mundo.
Es importante resaltar que victoria sobre los radicales libres es esencial para la mantención de una vida saludable, sin enfermedades y con mucho más equilibrio. Esos agentes silenciosos también frutos de la contaminación, radiación, cigarrillo, alcohol, exceso de ejercicios y desequilibrio alimentario, estresan las células que a partir de los 26 años de edad pasan a tener respuestas orgánicas más lentas. El efecto perjudicial de los radicales libres ocurre cuando ellos están en cantidad excesiva en el organismo, sobrepasando nuestra capacidad de neutralizarlos.
Existen dos sistemas naturales de eliminación de radicales libres, que son los llamados «barrenderos (scavengers)» de radicales libres, que actúan eliminádolos o impidiendo su transformación en productos más tóxicos. Esos sistemas pueden ser divididos en enzimáticos y en no enzimáticos.
Los antioxidantes no enzimáticos, en su mayor parte, necesitan ser absorbidos por la alimentación diaria, y con ayuda de suplementos nutricionales. Los principales pueden ser divididos en: Vitaminas Liposolubles (vitamina A, vitamina E, beta-caroteno), Vitaminas Hidrosolubles (vitamina C, vitaminas del complejo B), y los óligo-elementos (zinc, cubre, selenio, magnesio etc.), los bio-flavonóides (derivados de plantas), etc.
Las investigaciones científicas preconizan la aplicación de una fórmula básica, englobando las vitaminas C y E, el beta-caroteno y el selenio, elementos antioxidantes que protegen las membranas de las células contra los ataques de virus y bacterias.
Las neuronas son las células que más contienen grasas y baja concentración de antioxidantes, por lo tanto, sufren más la peroxidación lipídica ocasionando disturbios en la corriente de impulsos que liberan neurotransmisores, provocando la pérdida de la memoria.
La suplementación y los cuidados personales
Toda persona puede minimizar los desgastes naturales provocado por los radicales libres con la adopción de medidas simples, tales como:
- El abandono del tabaco (el acto de fumar un único cigarrillo provoca la pérdida de 25mg de vitamina C),
- Restricción al alcohol,
- Caminadas y ejercicios diarios.
- Uso de protector solar y cremas hidratantes.
- Evitar el estress cotidiano mejorando la calidad de vida.
- Sobre todo, alimentación equilibrada, rica en verduras y legumbres, sin grasas, que provocan aumento de la tasa de colesterol.
Una alimentación sin control puede estimular la formación de radicales libres a partir del metabolismo alimentario. En ese caso, puede ocurrir una ingestión de glucosa exagerada cuya consecuencia es provocar la destructuración de las proteínas de sustentación orgánica (glicación) y aumentar la secreción de hormonas, que aceleran el proceso de envejecimiento.
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