Prostaglandinas
Las malas prostaglandinas pueden crear un efecto catabólico o producir grasas en el organismo, y las buenas prostaglandinas tienen propiedades anti-inflamatorias.
Esta es una sustancia con acción similar a la de las hormonas, aunque no sea una hormona de vida corta y acción inmediata. Existen “buenas” y “malas” prostaglandinas. Es creada a partir de EFAs (grasas esenciales) y está directamente relacionada con el control de la tensión, con las respuestas inflamatorias y respuestas imunológicas, con la sensibilidad a la insulina y con muchas otras funciones conocidas y aún no conocidas.
Por ello, es fácil calcular que un problema con la producción o equilibrio de prostaglandina puede causar una serie de problemas. Instintivamente, ya hace muchos años, la carne roja es conocida en el mundo del culturismo para el aumento de la masa muscular. Probablemente, además de otras propiedades, la carne roja es rica en un derivado de grasa esencial (ácido linoleico conjugado) el cual bloquea la acción de la mala prostaglandina (PGE-2) que tiene un gran potencial catabólico.
Es común el uso combinado aspirina o cafeína para efectos termogénicos (quema de grasas). En este caso la aspirina es utilizada, pues ella bloquea la prostaglandina que, además de causar respuesta proprioceptiva al dolor, disminuye la acción termogénica.
Muchos culturistas hacen uso de otro derivado de grasa esencial (el ácido gama-linoleico o GLA) que es un precursor de “buena” prostaglandina (PGE-1), que tiene propiedades anti-inflamatorias y repone grasas esenciales en el hígado por el uso de anabólicos como los 17-alpha alquelados.