Molibdeno
Como co-factor de 4 enzimas envueltas en reacciones de oxidación y reducción, ayuda a detoxificar el cuerpo.
El molibdeno es un micromineral o elemento trazo (necesario en pequeñas cantidades para el desempeño de sus funciones en el organismo) encontrado en el organismo de animales y humanos. Las fuentes naturales de molibdeno son legumbres (frijol, lenteja, guisante, garbanzo y soja), granos de cereales, leche, vegetales de coloración verde-oscura y víceras de animales. Como suplemento, el molibdeno está disponible en cápsulas, generalmente en las formas de molibdato sódico o molibdato de amonio. Puede ser encontrado en asociaciones con otros minerales o vitaminas.
Importancia del molibdeno
Es indispensable en el metabolismo del hierro. Por un lado, a nivel intestinal favorece su absorción. También moviliza el hierro a partir de las reservas que hay en el hígado y favorece la formación de glóbulos rojos. Así pues puede ser recomendable en algunas anemias. Su déficit podría favorecer algunas disfunciones sexuales masculinas, como, por ejemplo, la impotencia.
El molibdeno participa en la estructura de enzimas como la xantina oxidasa y la aldehido oxidasa que intervienen en el proceso de desintoxicación de compuestos nitrosados.
La suplementación de molibdeno es necesaria cuando hay deficiencia de este mineral en el organismo. Algunos estudios sugieren que la suplementación de molibdeno tenga efecto anticarcinogénico, debido al hecho de que algunas de los enzimas en la cual este mineral ese co-factor actúan en la detoxificación del organismo, metabolizando agentes tóxicos que puedan ser carcinogénicos.
Se hicieron algunos estudios sobre la deficiencia de molibdeno y se notaron niveles de ácido úrico en la sangre por debajo del normal, hipermetioninemia (niveles arriba de lo normal de L-metionina en la sangre), baja excreción de sulfato por la orina, taquicardia (pulsación acelerada), taquipnea (respiración corta y acelerada), disturbios mentales y visuales. Otro síntoma de la deficiencia de molibdeno es la acumulación de sulfito en la sangre, ya que este mineral actúa como co-factor de la enzima que metaboliza este compuesto. Esta acumulación es prejudicial, porque el sulfito es tóxico para el sistema nervioso.
Entre los síntomas de tal deficiencia pueden ser citados anormalidades neurológicas severas, desplazamiento del cristalino de los ojos, deficiencia mental, excreción aumentada de algunos compuestos y reducción de los niveles de sulfato y urato en la orina y en el suero sanguíneo.