Ciprés
Sirve para el estrés, los problemas circulatorios, controlar el sangrado, comprimir los vasos sanguíneos, la congestión muscular y además ayuda en la menopausia
Los paisajes del sur de Francia y de Grecia son engalanadas por esa siempre y viva escultural figura arbórea que surgió inicialmente en la isla de Chipre donde era venerada como la representación de la diosa Beruth. El árbol es usado en el arte y en la literatura como símbolo de generación, muerte, alma inmortal y dolor y esa larga asociación con la mortalidad se mantiene hasta hoy porque los egipcios modernos usan la madera del ciprés para ataúdes, y los franceses y norteamericanos plantan el árbol en cementerios. Los principales componentes del ciprés son el pinene, canfeno, silvestreno, cimeno, y sabinol.
Algunos beneficios del ciprés
- Los griegos dicen que los cipreses clarifican la mente en momentos de estrés y confortan a los enlutados.
- El ciprés contiene además el sangrado de las hemorroides y los chinos mascaban sus pequeños conos ricos en aceites esenciales y astringentes para curar sangrado en las encías.
- Comprime los vasos sanguíneos.
- El ciprés es también anti-séptico, astringente, desodorante; alivia el dolor reumático, relaja los espasmos musculares y los cólicos.
- Puede aliviar la laringitis, toses espasmódicas y la congestión pulmonar y para ello basta una gota en la almohada.
La especialidad del ciprés es el tratamiento de problemas circulatorios, como la baja presión, mala circulación, venas varicosas, porque ayuda a curar los capilares damnificados y también combate la retención de fluidos, y es uno de los aceites esenciales más usados en la menopausia.
Un medicamento popular europeo es inhalar el humo de la resina de ciprés para aliviar la congestión nasal, aunque inhalar algunas gotas del aceite esencial en forma de vapor es una forma más saludable.
