Ácido Araquidónico, usando la inflamación a tu favor
Básicamente, el ácido araquidónico es el principal ácido graso responsable de la inflamación en el tejido muscular; es un omega-6 de 20 carbonos que reside en las membranas celulares de nuestros músculos, conocido como el sarcolema. Cuando los músculos se dañan levantando pesas, ciertas enzimas se reúnen hacia el área afectada y «liberan» el ácido araquidónico de la membrana.
Cuando esto sucede, el ácido araquidónico liberado se descompone y se utiliza para crear pequeñas hormonas localizadas llamadas prostaglandinas, que causan directamente la inflamación y el dolor que sientes después del entreno. Esto puede sonar negativo, pero por el otro lado, estos mediadores inflamatorios también señalan la respuesta reparadora del cuerpo en el tejido muscular, además, desempeñan un papel crítico en el aumento de la cantidad de núcleos en nuestras células musculares y, en última instancia, aumentan la síntesis de proteínas musculares.
Básicamente, cuanto más ácido araquidónico tengamos, mayor es la cantidad de inflamación que ocurre.
Pero, ¿no es mala la inflamación?
No necesariamente; recuerda que la inflamación es una respuesta natural del cuerpo y un componente crítico en el proceso de adaptación de tu cuerpo (es decir, te produce ganancias). La inflamación se convierte en un problema sólo cuando se trata de inflamación sistémica crónica, pero la inflamación aguda localizada puede benéfica cuando estas entrenando duro, buscando ampliar tus músculos.
La molécula de señalización del ácido araquidónico ayuda a producir lo que se conoce como eicosanoides; hay múltiples subgrupos de eicosanoides tales como prostaglandinas, tromboxanos, lipoxinas y leucotrienos. Entre ellos, el subgrupo de las prostaglandinas es el que te debe interesar y esto se debe a que la PGE2 y la PGF2a, que son dos prostaglandinas específicas, están involucradas en la estimulación de la síntesis de proteínas musculares que experimentas después de coger hierros pesados en el gimnasio.
Lo que necesitas es que estas dos estén en los más altos niveles posibles después de una sesión de entreno y aquí es donde entra el ácido araquidónico. Al tomar el suplemento o ingrediente como parte de otro suplemento, puedes aumentar la señalización, específicamente de la PGE2 y la PGF2a, lo que aumenta la síntesis de proteínas musculares, que se traduce en músculos más grandes para ti.
Cosas a tener en cuenta al tomar ácido araquidónico
Por un lado no debes combinar con agentes que combaten la inflamación; por ejemplo, debes tomarlo en el extremo opuesto del día cuando tomas suplementos anti-inflamatorios como el aceite de pescado, la curcumina, un ibuprofeno, o un suplemento de apoyo articular; esto es porque niegan los efectos del ácido araquidónico.
Por otro lado, la dosis recomendada es entre 1-2 g en los días de entreno, pero la mayoría usa 1 g debido a la inversión en suplementación; así mismo la experiencia de los que entrenan duro y usan este suplemento, recomiendan tomarlo con el estómago vacío. A pesar de que es anecdótico, el ejercicio en estado de «inanición» aguda es cuando estos ácidos grasos se canalizan más en el tejido muscular (en lugar de ser depositado en el tejido graso).
De hecho, los que toman el ácido araquidónico citan que pierde algunos efectos si se toma con la comida; así que si se tienes que comer una comida antes del entreno, puede no funcionar a su máximo potencial. Entonces, lo que hablamos anteriormente, debes tomarlo con 12 horas de diferencia a esos suplementos o agentes anti-inflamatorio, más bien para potenciar sus efectos.
Particularmente a medida que creces en tu entreno y desarrollo muscular, a menudo te encuentran estancando rápidamente, entonces al usar trucos nutricionales como aprovechar las propiedades del ácido araquidónico puedes llegar a tener esas ansiadas ganancias incrementales.
Fuente
- Bodybuilding Research: Arachidonic Acid: When Inflammation Is Good