Sistema inmunológico, ¿lo hackearías?
Existen varias formas para estimular tu sistema inmunológico y desde otros puntos de vista más que el nutricional es la forma de pensar hackearlo.
Nuestros expertos investigaron algunas técnicas de respiración o la exposición al frío, y otras técnicas muy útiles a la hora de “hackear” tu sistema inmunológico, pero veamos de qué se trata.
Empieza a respirar mejor
La respiración es autónoma y automática, pero tendemos a no prestarle mucha atención, aunque posee grandes beneficios.
El control de la respiración tiene efectos maravillosos en tu sistema nervioso: al aprender a dominar la respiración, puedes controlar tu fisiología. Si logras tener un mejor tono, equivale a un sistema nervioso menos reactivo, lo que lleva a una mayor respuesta inmune.
Es importante destacar que la mayoría de las personas respira por la boca, lo que activa el tono simpático (exitabilidad), mientras que los respiradores nasales consientes, como los que hacen yoga, activan el tono parasimpático (relajación).
La técnica consiste en volver más lentos los movimientos de respiración y comenzar a llenar los pulmones hacia tu zona más profunda.
Frío y sistema inmunológico
Si bien las comodidades modernas son maravillosas, siempre hay una compensación; el control del clima interior ha resultado en una incapacidad para resistir la variabilidad de la temperatura, que nuestros antepasados sostuvieron durante miles de años.
Si bien algunas investigaciones respaldan los beneficios de las duchas frías y la respuesta inmune, aun no son concluyentes y como con cualquier protocolo, ya que se requiere precaución
Existe este gran impulso del sistema inmunológico que acompaña esta técnica ya que realmente aumenta tu respuesta suprarrenal, mientras luchas en un ambiente muy estresante.
Es necesario también un gran trabajo mental para soportar la agresión a tu cuerpo cuando recibe una ducha fría o si ingresas a una tina con hielo. No escuchar la respuesta de huida de tu naturaleza humana para soportar el frío (aunque estemos en verano), te proporcionará un valioso entrenamiento mental.
Reduce el dolor con calor y frío mientras entrenas duro.
Calor y sistema inmunológico
Antes de la distribución generalizada de productos farmacéuticos, comúnmente se prescribían aguas termales y saunas para fortalecer el sistema inmunológico y el cuerpo en general.
La exposición al calor, ya sea en saunas o aguas termales, ayuda a reducir la inflamación corporal, lo que mejora tu salud mental y le da a tu cuerpo un estímulo inmunológico, además si te expones al sol con los cuidados adecuados recibirás esa dosis de vitamina D que es genial para proteger tus células.
El truco de la patata
Nuestros antepasados paleolíticos tuvieron que comer para sobrevivir y siempre existía este déficit calórico al que se enfrentaban.
En el mundo moderno, tenemos lo opuesto a un déficit de calorías: tenemos un exceso de calorías, pero aún conservamos esa respuesta paleolítica a los alimentos que desencadena tus centros de placer: “no necesitas esas calorías”.
Este truco consiste en consumir además de otros alimentos, más patatas de lo habitual en forma de puré, incluso al horno, en tus desayunos y tal, lo que dará no solo saciedad, sino estabilizará tu sistema digestivo, evitando las calorías adicionales.
Si bien este truco tiene beneficios para bajar de peso, las patatas también reequilibran la microbiota intestinal, lo cual es una ventaja obvia para tu sistema inmunológico. Si la combinas con zanahorias y remolachas o en formato de ensalada estarás añadiendo vitaminas y minerales extra con carbohidratos de calidad.
Prueba la privación sensorial
Para esto se utilizan tanques de privación sensorial, donde se interrumpe el ciclo cognitivo y emocional que ocurre en tiempos de silencio y permite que las personas formen nuevas asociaciones con sus pensamientos.
Curiosamente, cuando sentimos nuestro cuerpo con menor intensidad, forjamos una nueva conexión mente-cuerpo, logrando disminuir el estrés y hasta eliminarlo.
Un escenario drástico para tu sistema inmunológico es el estrés crónico y en este caso los tanques de flotación son la solución
Éstos pueden ofrecer esperanza donde otras intervenciones no lo hacen, permitiendo la posibilidad de restablecer los bucles cognitivos de forma natural a través de la relajación completa.
Trabaja con pesas rusas
En realidad no se trata tanto de un entrenamiento físico como de un ejercicio de confianza, la aptitud física siempre requiere cierto nivel de tensión.
Como resultado, lograr hacer el swing con pesas rusas de un lado a otro utiliza esa ansiedad para un beneficio positivo, transformando la respuesta fisiológica del estrés como una experiencia de trabajo en equipo, y como tú ya conoces, a menor estrés mayor respuesta del sistema inmunológico.