Nuevas tecnologías de reciclaje que recuperan los nutrientes
Es escalofriante saber que aproximadamente el 40% de los alimentos que se producen en todo el mundo se desperdician, ¿y el reciclaje?.
Paradójicamente, las carencias nutricionales y la inseguridad alimentaria continúan creciendo, incluso en países desarrollados, donde la obesidad tiene una tasa epidémica, con excepción a algunos países Esta paradoja de nuestro sistema alimentario, el cual produce más desechos que nunca pero aún no proporciona una nutrición adecuada, demuestra que hay una gran necesidad de innovar con tecnologías como la del reciclaje que recuperan nutrientes.
En un momento en que las cifras muestran que el mundo está desperdiciando más alimentos que nunca, los procesos de reciclaje pueden cerrar el ciclo de uso de alimentos y aprovechar lo que, de otro modo, se habría desperdiciado.
Las nuevas tecnologías permiten hoy producir ingredientes con un enorme potencial nutritivo y, al mismo tiempo, aborda los desafíos ambientales críticos.
Pero, ¿qué hacer con el desperdicio?
Nunca antes la población de los países desarrollados ha estado tan sobrealimentada y, sin embargo, desnutrida.
Los alimentos que se desperdician diariamente, contienen niveles aceptables de calorías, proteína, fibra dietética y cantidades significativas de otros nutrientes subconsumidos, incluidos calcio y potasio.
Estos nutrientes podrían ayudar a llenar los vacíos nutricionales de una gran población.
Muchos estudios muestran que no se alcanza los niveles diarios recomendados de fibra dietética o de otros nutrientes específicos como las vitaminas y minerales, por ejemplo.
Desde este punto de vista puede ser horrendo pensar en esto, pero las cosas pueden modificarse de acuerdo a lo que se viene estudiando muy de cerca… reaprovechar o desarrollar un reciclaje de los desechos…
La importancia del reciclado
Los alimentos desperdiciados comienzan donde comienza la cadena de suministro de alimentos: la agricultura y la cosecha, donde el reciclaje puede ser una gran solución.
A diferencia de algunos sistemas de fabricación que utilizan un modelo de «tomar, fabricar, desperdiciar», el reciclado consolida una economía circular utilizando un modelo de “tomar, fabricar, volver a fabricar y restaurar”.
El reciclaje toma materiales que de otro modo se desperdiciarían y los recolecta para desarrollar un producto completamente nuevo, cerrando el ciclo en el sistema alimentario.
Pero, ¿serían ingredientes mejorados?
Las nuevas tecnologías de producción, reciclan las sobras de los cultivos, como paja, hojas y cáscaras, para transformarlas en ingredientes de alta calidad, incluso usando auydas tecnológicas.
El primer paso para lograr una buena calidad, es comprender de dónde provienen las sobras de las cosechas y cómo se cultivan y recolectan, lo que ayuda a garantizar que los materiales reciclados provengan de cultivos orgánicos y no transgénicos.
Con esto, se asegura que se utilicen cultivos de la más alta calidad para desarrollar ingredientes novedosos para suplementos dietéticos y los mercados de alimentos, confitería y bebidas.
Además, este enfoque de reciclaje permite cerrar el ciclo del sistema alimentario y también de reducir la huella de carbono.
Por ejemplo, el proceso de producción de dextrosa emite 60% menos de gases de efecto invernadero que la fabricación tradicional.
El objetivo es mejorar los nutrientes
Las nuevas tecnologías permiten proporcionar a los consumidores ingredientes sostenibles y más saludables.
Por ejemplo, a pesar de sus excepcionales beneficios prebióticos, el extracto de fibra vegetal arabinoxilano no ha estado ampliamente disponible para su uso debido a una extracción ineficaz.
Sin embargo, la investigación clínica muestra que consumir tan solo 2,2 g / d de arabinoxilano promueve el crecimiento de bifidobacterias beneficiosas en el intestino.
Pero con las nuevas tecnologías, se logró que este extracto esté disponible en una forma aislada, purificada y completamente soluble, ya que los nuevos procesos de extracción de agua como reciclaje, permiten extraer arabinoxilano de muchos restos de cultivos, donde se utiliza agua y presión para extraerlo y purificarlo.
Los esfuerzos colectivos, incluidos los enfoques innovadores y las asociaciones de la industria, pueden dar lugar a un futuro con menos desperdicio y más nutrición en nuestro sistema alimentario.