Los betaglucanos refuerzan tus defensas al entrenar
Los betaglucanos son polisacáridos naturales que pueden aumentar la potencia y la eficiencia del organismo; ¿cómo?.
Según la investigación reciente, son capaces de provocar una estimulación directa del sistema inmunológico y actuar como agentes de entrenamiento, amplificando las respuestas inmunitarias cuando las células “estimuladas” se exponen a un estímulo secundario.
¿Qué son los betaglucanos?
Los betaglucanos son polisacáridos naturales de monómeros de D-glucosa, unidos por enlaces beta-glucosídicos, que sirven como componentes estructurales de las paredes celulares y reservas de energía de plantas, hongos y bacterias.
No se encuentran en las paredes de las células animales, sin embargo, tienen un efecto importante de apoyo a las defensas inmunitarias humanas.
- Los efectos de esta inmunidad innata entrenada (TRIM) parecen ser un proceso epigenético, con efectos que pueden durar de semanas a meses.
- En sí, brindan protección a través de respuestas inmunitarias alteradas contra una variedad de exposiciones virales.
Esto significa que tienen la capacidad de fortalecer las defensas, haciéndolo más eficiente en la prevención de enfermedades e infecciones, especialmente durante los períodos pico de entrenamiento y/o la temporada de resfriados y gripe.
¿Cómo actúan los betaglucanos?
Los betaglucanos derivados de levadura, se asociaron por primera vez con la función inmunológica en 1941 y desde entonces, se han documentado ampliamente sus efectos sobre las defensas incluidos:
- Aumento en el número y la actividad de las células asesinas naturales, que atacan a los virus y refuerzan las acciones inmunitarias.
- Activación del sistema de complemento: proteínas antipatógenas.
- Beneficios contra infecciones bacterianas y virales.
Desde entonces, se han publicado varios estudios clínicos que respaldan estos hallazgos.
Por ejemplo, un estudio reciente demostró sus efectos sobre las infecciones del tracto respiratorio superior (URTI), específicamente en atletas endurance.
Aunque el mecanismo no se entiende completamente, los atletas experimentan un estado transitorio de inmunosupresión después de un esfuerzo físico muy exigente, lo que lleva a una «ventana abierta» para las infecciones oportunistas.
En este caso, los betaglucanos reducen la duración de la «ventana abierta» al preparar los granulocitos para una activación más rápida y la producción de citoquinas ante desafíos patogénicos, aumentando la IgA salival, mejorando el recuento de monocitos y células T circulantes y alterando el equilibrio de las citoquinas auxiliares T.
Esto se traduce en una disminución en los días sintomáticos de URTI posteriores al entrenamiento, la inflamación y el promedio de los días de recuperación.
Este efecto es especialmente crítico durante los períodos de máximo entrenamiento, cuando tu cuerpo está en mayor riesgo.
La inflamación sistémica se caracteriza por la elevación en los niveles circulantes de citocinas inflamatorias. Sin duda un tema apasionante, por ello hemos hecho un vídeo sobre este importante factor para la salud del atleta.