La avena y la retención de minerales
Recientemente observamos un artículo que fue publicado en 1929 en el Journal of Biological Chemistry, y queremos resumirte; se titula «La Influencia de los Cereales sobre la Retención de Calcio y Fósforo en Niños y Adultos». Ten en cuenta que el cereal tal como lo conocemos hoy fue inventado en 1877 y la empresa Kellogg fue fundada en 1906; los primeros productores de cereales eran adventistas del séptimo día y vegetarianos firmes, pues creían que comer cereales para el desayuno era mejor para los seres humanos que los huevos o la carne.
En 1924, los Wheaties fueron inventados; era el primer cereal dirigido a los niños, con azúcar como uno de los ingredientes, no obstante nos detenemos a pensar en el aspecto de la la avena y la retención de minerales, que es quizás un punto cuestionable o contradictorio según la propia nutrición, tomando en cuenta que la avena es uno de los mejores alimentos para la dieta deportiva.
Un poco de historia sobre la avena
Se hicieron muy pocos estudios sobre cómo los cereales y su efecto sobre la absorción/retención de minerales; los únicos estudios que se habían hecho antes de esto eran con perros y ratas, pero hay que tener en cuenta que las ratas tienen 30 veces más fitasa que los seres humanos, por lo que sería capaz de descomponer los cereales/granos mucho más eficiente que los seres humanos
Observamos que cualquier estudio realizado en ratas en esta área no sería comparable a un estudio realmente hecho en seres humanos. En perros, se encontró que la avena causaba raquitismo por ejemplo, lo cual identifica una deficiencia de vitamina D, mala absorción de calcio y fósforo, produciendo el ablandamiento de los huesos y quizás lo mismo pero más aceleradamente en ratas, aunque el efecto se inhibía si los animales consumían aceite de hígado de bacalao o si el grano estaba en formato hidrolizado (empapado).
Otro experimento demostró que si las ratas (30 veces más fitasa) recibían carne, hígado, sal, aceite de hígado de bacalao, manteca de cerdo, huevos, melaza y lechuga, podían manejar mayores niveles de trigo y avena que el maíz, sin los efectos del raquitismo. En un estudio similar, las ratas fueron alimentadas con pan blanco, huevos secos, leche en polvo, verduras secas y carne, y esas ratas en su mayoría murieron, lo cual no es una concepción científica con la que estamos de acuerdo, pero sirvió y mucho para el grado científico de entonces.
Este estudio involucra la avena y trigo refinado y se enfoca principalmente en niños o adultos jóvenes y la retención de minerales. Un experimento concreto incluyó niños de 3 a 5 años, niñas de 12 y 13 años y adultos; para desarrollar el ensayo se usó un tipo de cereal, con lo cual se alimentó completamente con cereales, durante varios días para ver cuál era el efecto de ese cereal en particular.
Era más cereal que una persona que puede permitirse en «una dieta adecuada», pero menos de lo que una persona más humilde consumiría. Recordemos que el consumo de trigo en una «dieta adecuada» en 1929 habría incluido una gran cantidad de carnes, huevos y productos lácteos. Muchas regiones han disminuido el consumo de carne, huevos y lácteos, añadiendo más granos que en el pasado.
Los voluntarios de los dos grupos para el estudio sobre la avena y la retención de minerales fueron alimentados con carne de res magra, guisantes en conserva, leche seca (reconstituida con agua destilada), melocotones en conserva, grasa de mantequilla filtrada, lechuga y azúcar. También comieron crema de trigo o avena cocida al vapor, pan blanco o magdalenas de avena y pudín de pan blanco o magdalenas de avena, con azúcar, cacao y una pequeña cantidad de huevos y leche; el contraste es que no parece ser una dieta normal como de carne al almuerzo y cena, crema de trigo en el desayuno, algunos postres de avena u otra harina, … en fin, mucho azúcar y muchos granos.
Se recogieron muestras de heces y orina, así como muestras de todos los alimentos; lo que se observó es que los chavales almacenaron el 46% de los minerales que consumían cuando comían avena, mientras las niñas y chicas sólo almacenaban el 29% (cuando comían avena). Los porcentajes sólo fueron ligeramente mejores cuando los grupos consumieron trigo, así mismo, las niñas almacenaban el 25% del fósforo que consumían cuando comían trigo, pero cuando comieron avena, se observó una pérdida de fósforo y para compensar esto se requirió de un suplemento de fósforo extra, aunque hubo igual una reducción del mineral, aunque el estudio sobre la avena y la retención de minerales es relativo.
En todos los casos excepto en el grupo que consumió la dieta con menos avena (como la dieta normal), se perdió más calcio en las heces al consumir avena (en comparación con cuando se consumía mayormente trigo), pero se añade que la avena hidrolizada (empapada) no necesariamente produce esta disminución mineral, lo cual dilucida la importancia del estudio sobre la avena y la retención de minerales.
Lo que fue demostrado es que la dieta con más avena de lo habitual produjo mayores cantidades de heces, recomendándose que cuando se añade la deliciosa y benéfica avena a la dieta, se requeriría compensar esto con alimentos o suplementación con calcio y fósforo para equilibrar las cosas.
Fuente
- Wellfed Homestead Research: Oats, Wheat, Calcium and Phosphorus