Una buena hipótesis sobre el ayuno intermitente
Saber manejar los tiempos en el momento oportuno puede adelgazar
Si una persona está buscando reducir el exceso de grasa pero no desea comer menos o entrenar más entonces se puede aprovechar un truco a veces contradictorio o controversial que formaba parte de la literatura antigua de los nutricionistas; los científicos del Instituto Salk para Estudios Biológicos en USA piensan de manera diferente retomando la vieja hipótesis de que es posible perder peso sin comer menos pero regulando el periodo de tiempo a uno más corto.
El concepto del Instituto Salk publicado en la revista «Cell Metabolism» no es nuevo porque muchos especialistas o atletas probaron este método durante muchos años llamando al protocolo el «ayuno intermitente» que sustituye la forma tradicional de consumir alimentos durante 16 horas del día por limitar el consumo de alimentos a solo un periodo de 8 horas o incluso menos.
La hipótesis del ayuno intermitente se basa en que las personas están programadas por la evolución y que durante mucho tiempo fuimos cazadores o recolectores durante el día para consumirlo todo al final del día; sabemos que la industria alimenticia moderna ya no permite esto e inclusive la ciencia de la nutrición se centran en elaborar estudios sobre el desarrollo industrial que empezó a mediados o al final del siglo 19.
- Los seres humanos están preparados perfectamente para quemar los ácidos grasos almacenados, pero si queremos desarrollar este mecanismo es necesario un periodo más largo en ayuno superando las 8 horas que pasamos en la cama diariamente.
- El manejo de la frecuencia según este estudio conduce a un mayor gasto energético y mental ayudando a la pérdida de grasa corporal.
Los investigadores probaron la teoría en ratones; a un grupo se les dio alimento ordinario y a otro grupo alimentos ricos en calorías con exceso de grasa, además a la mitad de ambos grupo se les permitía comer cada vez que querían y a las otras mitades solo se les permitía comer durante un periodo de 8 horas cada 24 horas.
Después de cuatro meses se pudo verificar que los roedores que habían consumido la misma comida pero habían ayunado durante las 16 horas incluidas las horas de sueño estaban considerablemente más delgados en contraste con sus pares que también consumieron las misma cantidad de calorías pero en diferentes frecuencias de tiempo.
Agregaron una conclusión curiosa pero interesante sobre el impacto del ayuno intermitente en los organismos de los roedores; según sus observaciones redujeron su producción de factores inflamatorios en el tejido graso y aumentaron su sensibilidad a la insulina dando por resultado que los órganos y músculos absorvan más nutrientes después de las comidas.
Además añadieron que se requiere más estudios para definir la relación entre la alimentación normal y el sobrepeso en los seres humanos pero que los trastornos metabólicos son diversos y que es extraño que se contradiga científicamente la tesis de que el organismo debe alimentarse cada 3-4 horas cuando se sigue un plan de entrenamiento específico tanto para ganancias musculares, definición o adelgazamiento.