Un ejemplo de coraje y superación
El gigante Flex Wheeler nos cuenta su experiencia y que puede servirnos a todos dentro de nuestras vidas
Uno de los culturistas más reconocidos de la historia de las década de los 90 es Flex Wheeler; con solo 9 años de edad practicaba artes marciales hasta practicar el taekwondo que es una actividad que le enseñó valores como la disciplina, el respeto al prójimo entre otras cosas antes de empezar a entrenar en los gimnasios superando a los hierros y visando ser un culturista famoso.
Flex compitió por primera vez en 1983, sin embargo en 1985 su primer título lo logró en la categoría teen (adolescentes) en el Mr América para luego ser ganador del NPC en 1989 donde consiguió su PRO Card; a partir de ahi en 1993 logró ser el mejor de todos en el Iron Man y ese mismo año conquistando al Arnold Classic con un reñido segundo puesto detrás de Dorian Yates; el año siguiente él decidió entrenar solo para el Mr Olympia de modo a que sus entrenamientos se enfocaron en un único evento.
Cierto día cuando dirigía su coche a alta velocidad sufrió un grave accidente que resultó en fractura en la cervical entre otras lesiones; en el hospital los médicos dijeron a él que jamás volvería a competir y Flex recuerda de cuando estaba en el hospital donde se miraba y pensaba “y ahora que voy a hacer ?”, pero desde entonces volvió en 1995 para disputar el Iron Man para ganarlo, un segundo puesto en el Arnold Classic y un buen octavo lugar en el Mr Olympia.
- En 1997 volvió a Columbus para ganar el Arnold Classic tomándole solo dos años para ser el mejor; de hecho Flex Wheeler fue campeón de esta competencia cuatro veces, en 1993, 1997, 1998 y en el 2000 lo que para aquella época era todo un récord.
- En el Mr. Olympia de 1999 donde había quedado en segundo lugar Flex mencionó lo ocurrido pero muchos no lo daban como ganador sobre el gran Ronnie Coleman; en este momento él sintió que estaba mejor que nunca en su vida y no aceptaba haber perdido el cetro del mejor culturista del mundo.
Pero de nuevo la vida le jugó fuerte cuando se le descubrió una enfermedad rara que afectaba sus riñones y en el 2000 anunció su retiro de los escenarios; pero esto lo hizo entrar al mundo del culturismo natural y en el 2002 estaba decidido a probar a todo el mundo que si no podía competir profesionalmente lo haría entre los amateurs, esto lo llevó directo al hospital jubilándolo definitivamente del deporte al cual dio todo.
El coraje de un ganador
Flex Wheeler concluye que pasó por problemas dramáticos en su vida y nos cuenta esto en su libro donde escribe sobre sus etapas buenas y malas añadiendo que una vez intentó matarse, dando un fin en su vida porque tuvo pensamientos suicidas, por consecuencia de sus muchas cirugías debido una quebradura del cuello en un grave accidente de coche y a la rara enfermedad incurable que le asechó; después de un transplante de riñón y después de solo un año durante el 2009 el creyó firmemente que el nuevo riñón también le podría traer problemas.
Cuando estaba muy enfermo decidió que la enfermedad no le dominaría, entonces los momentos esto lo definió como persona y no cuando todo estaba bien; de hecho cuando uno está ganando, todo se hace fácil y esto no define a un culturista como persona porque muchas veces el orgullo hace muy presumido al atleta que se enfrenta después con la dura realidad.
En el fondo nuestra cruz siempre es más pesada de lo que pensamos; en los momentos complicados todos debemos ergir la cabeza y seguir adelante creyendo siempre en uno mismo sin importar lo que los demás digan y no estamos hablando de los instructores o los médicos.
Hombres como Mr. Wheeler nos demuestran que el coraje se encuentra en el interior de cada uno ya que el paso por momentos realmente difíciles con su salud, su accidente y también en sus entrenamientos donde el esfuerzo se multiplicó mucho más para ser un verdadero ganador logrando conseguir grandes campeonatos.
Pero Flex Weeler como amante del deporte y por su espíritu no dejo totalmente el mundo del culturismo haciéndose propietario y vicepresidente de un laboratorio, además de hablar de en conferencias internacionales y administrar su vida familiar con un chaval adolescente al cual intenta inculcar lo mejor de su experiencia de vida.