Musculación x Diabetes
Entrenar en el gimnasio podría ser una buena opción para los diabéticos
La diabetes mellitus, conocida sencillamente como diabetes es un disturbio del metabolismo de los carbohidratos. Este disturbio provoca un alto índice de glucosa (azúcar) en la sangre. Ese exceso de glucosa, también definido como hiperglucemia, puede causar daños a largo plazo como, por ejemplo, la disfunción y la fallo de varios órganos, en especial los ojos, los riñones y corazón, además de daños en los nervios y vasos sanguíneos. La regulación de la glucemia (cantidad plasmática de glucosa) es realizada básicamente por dos hormonas, que son producidas y liberadas por el páncreas: La insulina y el glucagon.
Para mejor entendimiento de la diabetes, daremos énfasis a la insulina, que posee como una de sus funciones la facilitación de la penetración de la glucosa del plasma sanguíneo para dentro de las células, reduciendo, de esa forma, los niveles sanguíneos de glucosa.
La diabetes puede ser clasificada en dos tipos:
- Tipo I, o insulino dependiente, en la cual existe una deficiencia en la producción de insulina por el páncreas.
- Tipo II, o no insulino dependiente, en la cual el problema está en la secreción de insulina retardada o perjudicada, en la resistencia de las células a la acción de la insulina o en la producción excesiva de glucosa por el hígado.
Fisiológicamente, la musculación ofrece una gran contribución a la mejoría de la calidad de vida del diabético, pues tiene como principal característica las contracciones musculares. Estas últimas, a su vez, son realizadas a través de ejercicios localizados, contra una resistencia impuesta por aparatos o pesos libres.
La relación de las contracciones musculares con la diabetes
Dentro de las células musculares existe un transportador de glucosa llamado GLUT4. La acción de este transportador es accionada por la contracción muscular que estimula su migración, de la parte interna de la célula para la superficie celular donde realiza la captación y absorción de la glucosa plasmática para el medio intra-celular, reduciendo, así, los niveles sanguíneos de glucosa.
Un hecho muy interesante relacionado a la acción del GLUT4, en el control de la glucemia, es que ella es independiente de la insulina.
Resumiendo, la práctica de la musculación proporciona la facilitación de la entrada de glucosa en las células musculares, favoreciendo el control de la glucemia, dentro de valores normales, aunque haya ausencia de la insulina.
Se concluye que, además de la práctica de la musculación auxiliar en el control de la diabetes, los portadores de la misma se benefician por la mejoría de diversos factores, como la reducción de la grasa corporal y del colesterol malo, el aumento de la fuerza, de la resistencia y de masa muscular. Con ello mejoran la autoestima y, sobre todo, minimizan la probabilidad de la presencia de enfermedades asociadas a la diabetes, como la hipertensión, hipercolesterolemia y enfermedades coronarianas.
Antes de entrenar, si la persona es diabética debe realizar una visita al médico y al nutricionista para recibir indicaciones profesionales.