«El envejecimiento ocurre cuando las cosas se desequilibran en las células», dice Pamela Starke-Reed, Ph.D., directora de la oficina de nutrición del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Bethesda. Los científicos citan que «nuestros cuerpos producen antioxidantes como defensa contra los radicales libres, pero no es un sistema perfecto y, a medida que envejecemos, se producen más fugas de radicales libres en las células, lo que genera desequilibrios».
Las hierbas y otras plantas verdes, ricas fuentes de antioxidantes que quitan los radicales libres, ayudan a reforzar las defensas del cuerpo. James A. Duke, Ph.D., un investigador botánico de fama mundial y que reside en Maryland (USA), va demostrando como algunas hierbas comunes sirven como fuentes nutricionales antioxidantes. Su laboratorio en el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos acaba de completar un estudio sobre el poder antioxidante de las hierbas culinarias comunes.
Las fuentes de la familia de la menta, el orégano, romero, consuelda, tomillo, salvia, menta y hierbabuena fueron las fuentes más ricas en antioxidante según estos investigadores.
El orégano encabezó la lista, con la hierba self-heal (consuelda menor) en segundo lugar, pero hay otras más salvajes que no son reconocidas en la culinaria y que forman parte de un esquema propuesto. La mayoría de los antioxidantes de las plantas se encuentran en las hojas donde se realiza la fotosíntesis; las plantas sacan el dióxido de carbono y el agua de la atmósfera y producen azúcares y oxígeno.
Las plantas necesitan oxígeno y azúcares para vivir, al igual que nosotros, pero en el proceso se producen radicales libres de oxígeno que dañan las células de las plantas; éstas se protegen contra el daño al hacer antioxidantes en las hojas para «apagar» los radicales libres. Y esta puede ser la razón por la cual las personas que consumen dietas ricas en verduras de hojas verdes en ensaladas, hierbas y tés son menos propensas al cáncer, las enfermedades del corazón, cataratas y enfermedades autoinmunes comunes en la vida posterior.
La disminución de la agudeza mental es uno de los aspectos más temidos del envejecimiento; la enfermedad de Alzheimer, el «largo adiós» que aflige a muchas personas de edad avanzada, es especialmente aterradora porque arrasa lentamente a su víctima, robándole el juicio y los recuerdos. Si bien la genética juega un papel innegable en la determinación de quién sucumbirá a la seguridad y quién conservará sus capacidades mentales, las hierbas ofrecen una valiosa protección.
Algunas hierbas, entre las que citamos al inicio del presente artículo, la menta, el orégano, romero, consuelda, tomillo, salvia, menta y hierbabuena contienen compuestos que previenen la descomposición de las sustancias químicas del cerebro, la acetilcolina y la colina, las cuales escasean en los cerebros de los pacientes con Alzheimer; estos químicos son mensajeros que hacen que los músculos del corazón, los vasos sanguíneos y las paredes del estómago se contraigan.
Los agentes farmacéuticos recetados para personas con enfermedad de Alzheimer están diseñados para detener o retardar la descomposición de estos químicos en el cerebro y son un tema de investigación en neurofarmacología. Sin embargo, aprovechar las hierbas con una mayor variedad de agentes activos puede ser una opción ideal para prevenir las enfermedades degenerativas, causadas por los radicales libres en su mayoría; obviamente la ciencia aún debe validar todo esto, pero a nuestro entender es un primer acercamiento para aprovechar muchas de nuestras hierbas con antioxidantes.
Fuente:
- Bodybuilding Reviews: Free Radicals, To the Rescue
