Las diferencias entre el fosfato de sodio y el bicarbonato de sodio
Los nombres pueden sonar similares, pero estos dos ingredientes que incrementan el rendimiento no deben confundirse el uno al otro; en pocas palabras, el fosfato de sodio exhibirá la mayor parte de sus beneficios durante las actividades de resistencia, mientras que el bicarbonato de sodio brilla durante las actividades de alta intensidad. Recordemos que el fosfato de sodio funciona mediante el aumento de la capacidad de las células rojas para transportrar oxígeno a los músculos activos, lo que permite incrementar el rendimiento a lo largo del tiempo, pero lo que queremos contrastar son las diferencias entre el fosfato de sodio y el bicarbonato de sodio para los esfuerzos en general.
Las investigaciones realizadas en la Universidad de Florida encontró que la carga de fosfato de sodio aumenta el consumo de oxígeno máximo en 12%, disminuye los niveles de lactato, y aumenta el trabajo de salida; la mayor parte de los estudios se ha llevado a cabo con atletas de resistencia, lo que sugiere que el compuesto natural podría ser mejor para los que compiten en eventos de larga duración como correr y montar una bicicleta; es importante señala que las otras formas de fosfato como el de calio o potasio no parecen proveer los mismos beneficios para mejorar el rendimiento.
Para la mayoría de la gente, el fosfato de sodio es un suplemento relativamente seguro cuando se usa de vez en cuando y cuando se toma no más de 4 gramos por día, porque en exceso, puede tener un impacto negativo en la función renal, causando incluso latidos irregulares del corazón. Al hacer el contraste, al hablar del bicarbonato de sodio, citamos que es un ingrediente común que probablemente tenga ya su nombre bien puesto entre los atletas, debido a que al añadir adicionalmente a lo que existe en el cuerpo, ayuda a eliminar los iones de hidrógeno y reducir la acidez de la sangre; en específico, puede mejorar el rendimiento en alrededor de 1-2% en actividades de corta duración de 2-7 minutos.
Durante la actividad de alta intensidad, el cuerpo acumula grandes cantidades de iones de hidrógeno durante el proceso de la glucólisis. Si estos iones de hidrógeno no se pueden borrar con la suficiente rapidez, el pH de la sangre se vuelve más ácida, lo que hace mucho más difícil la contracción muscular; esto es lo que hace que se produzca la sensación de ardor durante los entrenos agotadores y muchas veces imposible de inhibir, haciendo evidente las diferencias entre el fosfato de sodio y el bicarbonato de sodio.
La suplementación con bicarbonato de sodio puede actuar como un amortiguador, evitando la acumulación de iones de hidrógeno y, finalmente, la mejora de su rendimiento en los ejercicios que son de corta duración; todo es posible, pero de acuerdo al tipo de cuerpo y la individualidad biológica, algunas personas pueden percibir algunas molestias estomacales, pero esto mejora con la adaptación al compuesto y su uso continuado, siempre tomando en las dosis recomendadas.
Para mejorar su rendimiento de resistencia, se puede usar el fosfato de sodio durante 3-6 días antes de un evento; la dosis recomendada es de 1.000 mg tomadas cuatro veces al día. Mientras que la dosis recomendada para el bicarbonato de sodio es unos 45-80 mg por kg de peso corporal, iniciando con dosis bajas para que el sistema gastrointestinal se vaya adaptando al suplemento, porque lo último que se necesita es un malestar estomacal que afecte el rendimiento.
Fuentes
- Medicine and Science in Sports and Exercise: Effect of combined-alanine and sodium bicarbonate supplementation on cycling performance
- International Journal of Sports Medicine: Sodium bicarbonate improves swimming performance