Las bondades del aceite cártamo
Un apoyo singular para el adelgazamiento, reducción del colesterol, tonificación muscular y fortalecimiento de la inmunidad
El aceite de cártamo viene siendo estudiado por sus muchas propiedades como su apoyo para quemar la grasa acumulada además de liberar una substancia que ayuda a reducir el apetito enviando al cerebro mandos de saciedad; pero lo más interesante para los que entrenamos duro es su capacidad de auxiliar en la definición de la musculatura y aparentemente gracias a que sus semillas son ricas en ácidos linoleico (70%) y oleico (20%).
El ácido oleico es un ácido graso que recibe el nombre de Omega 9 y es encontrado en buenas cantidades en el aceite de oliva; su consumo trae grandes beneficios para la salud pues ayuda a equilibrar los niveles de colesterol y desempeña un papel importante en la regulación procesos metabólicos del organismo. Un estudio realizado en la Universidad de California (EUA) comprobó que el ácido oléico estimula la producción del lípido oleiletanolamida, substancia que reduce el apetito, aumenta la pérdida de peso y disminuye la producción de LDL, el llamado «colesterol dañino».
El ácido linoleico (llamado Omega 6) es utilizado para incentivar la quema de grasa y tonificación de los músculos; es encontrado naturalmente en las carnes rojas, en los lácteos y en aceites como el del cártamo que inhibe la acción de la enzima humana responsable por almacenar grasa en los adipocitos (depósitos de grasa).
Al inhibir el aumento del tejido adiposo hace que el organismo acumule menos grasa y consecuentemente lo obliga a usar la grasa acumulada como combustible para actividades físicas, optimizando la quema de grasa, generando más energía y eliminando calorías extras desempeñando un papel fundamental en la síntesis de hormonas, regulando los procesos metabólicos del organismo controlando el apetito y el peso corporal.
El ácido linoleico en la reducción de la grasa corporal
El ácido linoleico tiene la capacidad de inhibir la actividad de la enzima LPL (lipasa lipoproteica); esta enzima tiene como función transferir la grasa presente en el torrente sanguíneo al interior de las células adiposas, responsables por almacenar la grasa corporal y que componen el tejido adiposo del cuerpo humano.
Cuanto mayor y más intensa la actividad de la enzima LPL, mayor cantidad de grasa es almacenada dentro de las células adiposas y como consecuencia el volumen del tejido adiposo aumenta y la persona empieza a engordar; con el bloqueo de la acción del LPL, la transferencia de grasa para las células también queda inhibida lo que obliga el organismo a utilizar el stock de grasa ya existente como fuente de energía para la actividad muscular o lipólisis (quema de grasa).
El ácido linoleico en el desarrollo muscular
El ácido linoleico actúa también aumentando la actividad de una enzima presente en el organismo, llamada CPT (carnitina palmitoltransferasa) que está presente en los músculos esqueléticos (de contracción voluntaria, p.ej.: bíceps) y es responsable por el transporte de grasa (en forma de ácidos grass) hacia dentro de la mitocondria, que es la célula responsable por convertir esta grasa en energía.
Con la actividad incrementada de la CPT, es transportada una mayor cantidad de energía y, consecuentemente es quemada generando más energía para el trabajo muscular y su desarrollo.
El ácido linoleico y el efecto antioxidante
Los antioxidantes protegen al organismo de la acción dañina de los radicales libres; algunos antioxidantes son producidos por nuestro propio cuerpo y otros (como las vitaminas C, vitamina E y el beta-caroteno) son ingeridos; el ácido linoleico es fuente natural de agentes antioxidantes que contribuye a la mejora del aspecto de los tejidos.