La sola presencia de carbohidratos en la boca aumenta la fuerza muscular
El carbohidrato en la boca produce el aumento inmediato en la unidad neural tanto del músculo activo como en el músculo parado
La sola presencia de carbohidratos en la boca aumenta la fuerza muscular, aunque estén por ser ingeridos. Una investigación realizada por la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, demuestra que un mecanismo neural puede ser activado cuando los receptores detectan la presencia de carbohidratos, aunque todavía no hayan partido para el sistema gástrico.
Una investigación anterior demostró que las personas que ponían los carbohidratos en la boca tenían mejor desempeño durante las actividades físicas prolongadas. “Parece que hay un camino en el cerebro que dice a nuestros músculos cuando la energía está a camino”, supone Nicholas Gant, responsable por el trabajo. Cita esto también: “Demostramos que el carbohidrato en la boca produce el aumento inmediato en la unidad neural tanto del músculo activo como en el músculo parado, y que una proporción del efecto está relacionada a la cantidad de glucosa en la sangre o grado de fatiga”.
Los experimentos contaron con la evaluación de 16 hombres que habían sido sometidos a ejercicios físicos. Durante la actividad, tuvieron que beber una solución de carbohidratos y otra de placebo. Los resultados demuestran que la actividad del cerebro creció antes de la ingestión de la bebida y está asociada al “abastecimiento de energía” en los bíceps (zona del cuerpo más ejercitado durante el test).
Un segundo tras tener la solución en la boca, la actividad neural fue aumentada en 30% y la fuerza muscular creció 2%. Este efecto duró cerca de tres minutos. “Puede no parecer mucho, pero un aumento de 2% en la fuerza muscular es enorme (…). Es la diferencia entre ganar una medalla olímpica o no”, resalta la coautora de la investigación Cathy Stinear. Como era esperado, un segundo impulso de la fuerza muscular fue observado 10 minutos tras la ingestión de la bebida, y cuando los carbohidratos alcanzaron la corriente sanguínea y los músculos.