La Salud Funcional dentro del Entreno
Todas las personas deben enfocarse en proteger su cuerpo y su mente antes de qubrarse en el gimnasio
Dependiendo de la rutina personal, probablemente se obtendrá más fuerza, o se adelgazará, o se conseguirá un mejor estado cardiovascular, o insluso una mejor salud en general, pero no se conseguirá una mejor «forma funcional», pues algo se pierde entre el gimnasio y la vida real, y quizás solo se desarrolle cosas fuera del gimnasio como levantar a los hijos por la espalda, lo que significa que cuando entrenamos pesado, nos ponemos en forma para hacer más ejercicios.
La mala noticia puede ser un poco desalentadora porque muchos de los que entrenamos fuerte e intenso, hacemos poco para mejorar nuestra capacidad de hacer actividades cotidianas básicas sin causar daño ni dolor; ahora bien, la buena noticia es que se puede entrenar de forma a mejorar esta capacidad, y esto no se enfoca en los objetivos individuales dentro de un plan de entreno, sino en incluir algunos elementos básicos para sacar el máximo partido al sudor.
La salud funcional
Ls metas más tradicionales de hacer ejercicio son la pérdida de peso, la salud del corazón y mejorar el estado de ánimo, y todos reflejan el bienestar general, la salud mental y la cardiovascular, e incluso se habla de la salud de la vanidad, pues esto se mide cuando una persona llega a tener una condición física genial, lo que es motivador y trae su propia serie de beneficios.
Pero a lo que nos referimos es la salud funcional, que no es un nuevo tipo de ejercicio ni una nueva categoría de salud, sino se vincula a lo directamente relacionado con el bienestar de la mecánica del cuerpo, más específicamente en mantener los músculos, huesos, nervios, y articulaciones en buen estado de funcionamiento para que el cuerpo pueda llevar a cabo las actividades diarias y las deportivas, reduciendo al mínimo cualquier riesgo de dolores y lesiones.
Cuando hablamos de diseño funcional del cuerpo, podríamos relacionarlo a una maravilla absoluta de la ingeniería, pero sabiendo incluso de solo los conceptos básicos de diseño, se puede tener una visualización hacia un buen enfoque de la salud funcional, porque la idea es trabajar con el diseño del cuerpo, y no contra él.
Naturalmente, la mejora de la función del cuerpo requiere, al menos, una cierta comprensión de como funciona, y al igual que cualquier máquina de alto rendimiento, claramente funciona óptimamente cuando todas las partes y sus conexiones están en buena condición de trabajo. Por tanto, el objetivo inicial a cualquier plan de entrenamiento serio debe ser trabajar desde adentro hacia afuera del cuerpo para obtener primero, una mejor salud funcional.
- Tratar con un terapeuta físico, identificando los desequilibrios musculares
- Proteger el sistema nervioso con un exámen completo, testando los tipos de cargas conforme se va calentando el cuerpo a lo largo de unas dos semanas.
- Medir la presión sobre las articulaciones, y probar diferentes rangos de movimientos hasta lograr el confort adecuado para llegar al fallo muscular.
- De ninguna forma, empezar con sistemas intensos que quiebran el sentido de los movimientos naturales de los músculos, con el objetivo que se vean bien en un espejo.
- Según lo indicado por un médico ortomolecular, adaptar la dieta y la suplementación con un nutricionista para cargar el organismo con los nutrientes necesarios para el esfuerzo mental y físico.
- Como los desequilibrios empeoran la salud funcional, hay que romper los malos hábitos, reducir el estrés, buscar dormir 7 a 8 horas por las noches y en los horarios similares, dejar las noches de fiesta, el alcohol, la promiscuidad y el tabaco, alejando la mente de los problemas lo máximo posible.
Una solución a todo para arrancar un plan de entrenamiento sería ejecutar un entrenamiento funcional que no sólo proporciona los beneficios más prácticos, como minimizar las lesiones, evitando molestias y dolores comunes, o lograr una ventaja deportiva, sino también es el único enfoque de fitness en que se pueden alcanzar todas las metas de salud a la vez como la pérdida de peso, una mejor condición general, un buen sistema cardiovascular, mejor función mental y de la salud funcional y, por supuesto, la salud de la vanidad.