La efectividad de las explosiones
Quemando grasas con actividades intensas que además recuden el riesgo de lesiones
Una investigación de la Universidad de Utah publicado en el American Journal of Health Promotion sugiere que no es totalmente necesario tener sesiones de 45 a 60 minutos en el gimnasio para conseguir tener un cuerpo diez, porque las ráfagas cortas de actividad física vigorosa puede afectar concretamente a la pérdida de grasa corporal, pero no hablamos del ejercicio de intensidad intervalada, sino de unos 10 minutos de entrenamiento intenso con explosiones que ponen a trabajar fuerte al corazón y los pulmones.
Cuando hablamos de un ejercicio entonces nos centramos en la calidad y no la cantidad, y este concepto científico es muy importante porque este tipo de actividad física es atractiva para las personas que si bien entrenan, no consiguen llegar al peso que desean; el efecto positivo es tangencial, y contrasta una actividad de 150 minutos por semana (paso ligero de 3 km/h) con una actividad intensa de 8 a 10 periodos de un entrenamiento de 1 minuto.
Las explosiones que pueden darse con entrenos con springs, levantamiento olímpico, kigboxing, cross con cuerdas, o el kettlebell, entre otros, permite no solo acondicionar el cuerpo a un modelo fuerte, potente y hermoso, sino prolonga la espectativa de vida al proteger al sistema cardiovascular, reduce el estrés, y mantiene estimulada a la mente para tener un mejor enfoque mental en todas áreas de la vida, incluyendo el propio entrenamiento.
Las rutinas de entrenamiento de ejercicios explosivos sirven para aumentar la potencia de salida; la última instancia es levantar pesos pesados muy rápido, pero para llegar a este punto de forma segura (sin riesgo de lesiones), es importante empezar con pesos ligeros y movimientos lentos (controlados) en varias semanas, incrementando la velocidad, cuando el cuerpo se va adaptando.
La ciencia de la musculación
La investigación apoya la idea de que los ejercicios explosivos (velocidad y fuerza) construye maximiza la fuerza, la potencia y la velocidad de circulación; pero en realidad es una combinación de ejercicio explosivo pesado y ligero el que proporciona resultados superiores a cualquiera de los estilos de entrenamiento individuales.
Otra evidencia sugiere que, a fin de maximizar la potencia o la velocidad de circulación, la primera fase de la formación debe centrarse en el aumento de la fuerza máxima y la construcción de una base sólida; entonces la segunda fase debe ser dedicada a la alimentación y entrenamiento de la velocidad.
Un programa de entrenamiento de 12 semanas puede diseñarse para aumentar la potencia y la velocidad, con las primeras 5 semanas que consisten principalmente en entrenamiento de fuerza pesada, las 6 semanas siguientes con una combinación de potencia con entrenamiento explosivo pesado y alto, y la última semana a movimientos de alta potencia.
Los ejercicios explosivos estándar utilizan grandes movimientos de los músculos como las sentadillas, el peso muerto, las estocadas, el step ups, los saltos verticales, el levantamiento de bolas pesadas o subir una colina con un sprint; pero los ejercicios de los músculos más pequeños como el press de banca o las flexiones pueden complementar específicamente cualquier entrenamiento de explosión.