La Dieta Flexible
Un nuevo pensamiento científoco para mantener los objetivos en forma permanente
Durante los últimos tiempos, la internet ha sido una alimaña de información sobre la comida chatarra y su impacto en la composición corporal, es más afirman que consumir un poco de alimentos procesados no afecta el plan dietario diseñado, en resumen, la dieta flexible puede convertirse así en la mejor estrategia nutricional para el rendimiento y la estética de un atleta, pero esto es contradictorio a varios conceptos científicos que conocemos.
Desafortunadamente cuando hablamos de dieta flexible, se vincula a personas que solo comen comida chatarra, pero este no es el punto, sino hacer una dieta flexible se relaciona con la consistencia, porque las dietas fracasan debido a que las personas no son consistentes, y así inevitablemente ganan peso de nuevo. Los estudios muestran que las dietas tienen una tasa de fracaso del 95% porque la gente no puede mantener los hábitos de vida que solían tener durante la dieta de adelgazamiento.
La investigación también muestra que más de la mitad de las personas terminan añadiendo más peso que perdieron, y un índice de grasa corporal mayor; este fenómeno se conoce como «overshooting de grasa corporal», pues la solución según esta investigación es desarrollar una dieta flexible que dé la sostenibilidad a largo plazo, permitiendo a las personas comer alimentos que disfrutan con moderación, haciéndoles propensos a ser infieles y comer compulsivamente, y añadir más kilogramos de lo que se tenía en poco tiempo.
Ahora bien, el metabolismo de cada persona es diferente, y la dieta flexible es como un presupuesto; si s tiene un metabolismo rápido, se tendrá un mayor presupuesto para los macronutrientes, y el organismo será capaz de encajar más golosinas y grasa a su dieta, porque se tiene el carburador para aguantar el proceso de digestión, pero si el metabolismo es lento, el presupuesto será mucho menor y la diversión solo puede darse mediante algunos ingredientes sanos que pueden emular, a veces, a los manjares propios de un día chatarra.
- La persona que puede perder su peso con 300 gramos de carbohidratos por día y 80 g de grasa puede permitirse el lujo de tener un poco de diversión con su dieta y comerse un helado y aún así alcanzar sus objetivos de macronutrientes y fibras.
- Pero la la persona que tiene que mantenerse con 100 g de carbohidratos y 40 g de grasa por día para perder grasa corporal no va a ser capaz de comer alimentos procesados, porque están limitados por su presupuesto de macronutrientes.
De esa manera, la dieta flexible es como de auto-regulación, aunque las privaciones se pueden dar engañando al cerebro con algunos suplementos específicos, trucos nutricionales, o cuando se prepara alimentos de trampa, lograr juntar los mejores ingredientes del mundo y algunos sin calorías, logrando así llevar más allá de lo conocido, el sabor de las pizzas, hamburguesas, estofados, o mariscos, pues el cuerpo parece una máquina, pero no lo es.
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Para objetivos estéticos, la industria del fitness durante los años 90 se centró en dietas bajas en grasa, pero durante el siglo 21 esto pasó a dietas altas en proteínas y grasas, y reducidas en carbohidratos, las cuales gobiernan el mundo hoy en día. Lo interesante en esta cita científica es saber que todo se puede lograr en 12 semanas, y todo tiene que ver con la individualidad biológica, lo que no se puede hacer es jugar mal con los macronutrientes, y perder músculos, como fuerza corporal, lo cual es dramático para cualquier persona, sea atleta o no.
Una dieta equilibrada, sin tener que ser muy baja en carbohidratos en forma indefinida, es lo ideal, por tanto la flexibilidad está en cada uno... esto también es algo bien específico para los atletas de alto rendimiento, pues es manejable el tema de perder o ganar un par de kilogramos, porque el punto central está en monitorear los macronutrientes con un registro profesional, y obvio, al ser gestionado por nutricionistas o instructores, no es de extrañarse que este tipo de dieta tenga éxito.
