Formando los Femorales
Las variables del entrenamiento pueden ser el factor clave
Muchos culturistas no le dan mucha importancia a los femorales y solo se centran en sus cuádriceps, y aquí se aplica el lema «ojos que no ven, corazón que no siente», pero la simetría negativa de la pierna es demasiado visible para los otros; ahora bien, para desarrollar al máximo el grupo femoral, necesitamos entrenarlos duramente y atenderlos muy bien para que los resultados implican una mejor estética y estructura de piernas que darán estilo, además de potencia.
Para conseguir esto probablemente tenemos que separar el entreno de cuádriceps, del entreno para femorales, lo que permitirá imponer mayor esfuerzo en cada uno; el problema puede superarse con varias alternativas que podríamos aplicar para cada caso, a medida de las necesidades personales.
El peso muerto con piernas estiradas
Pensamos por un lado que es el ejercicio más completo para los femorales, y es mejor hacerlo al inicio porque es una rutina muy agotadora que también trabaja la espalda, usando un buen peso, pero hay que evitar las lesiones, separando las manos a la anchura de los hombros y coger la barra en pronación (palmas de la mano hacia abajo), doblando ligeramente las rodillas.
- Se empieza desde la parte alta de las caderas.
- La barra sigue las piernas durante todo el recorrido hacia abajo.
- Cuando se alcanza esta posición, se desvía un poco el peso hacia los dedos de los pies, para conseguir un estiramiento extra.
- Al subir, el cuerpo se aproxima a la extensión completa; los femorales son largos, y esto significa que para trabajarlos correctamente, tenemos que hacer la rutina en su máxima extensión.
- Nunca estirar las piernas del todo, se debe sentir el trabajo en los femorales y nunca en la parta baja de la espalda.
La definición de los femorales
Es importante, además de la fuerza y el volumen, definir y dar forma a este grupo muscular, ya que ayudan de forma brutal a mejorar la silueta, sobre todo en conjunto con los glúteos.
- Se debe prestar atención a los seis femorales, entrenándolos una vez con los cuádriceps y otra con los glúteos.
- El método es hacer repeticiones negativas lentas para congestionar al máximo los músculos.
- Una de las rutinas favoritas es la embestida con el propio peso, aunque se pueden usar mancuernas para aumentar la resistencia.
- Si se quiere trabajar con repeticiones más bajas, el estilo correcto es lo que importa.
- Para estirar más los femorales, la pierna que se pone enfrente debe soportar la porción de peso más significativa, y el femoral que está enfrente, deberá potencia el movimiento; la pierna de atrás solo se utiliza para el equilibrio.
- Cuando se entrena los femorales no se debe tener en cuenta el peso, pero sí, sentir algo especial buscando el fallo muscular, cuando los femorales estén agotados y ardiendo.
Las repeticiones al entrenar
Antes de empezar a tener un volumen sensacional, se tiene que definir y dar fuerza a las piernas, y todo esto tiene que ver con las repeticiones altas.
- Desde varios ángulos se proporciona estímulos distinguidos, incluyendo apuntar los dedos de los pies hacia afuera o hacia adentro en los ejercicios como la flexión de los femorales de pie o sentado.
- Para desarrollarlos mejor, se busca trabajar todas las cabezas durante cada entrenamiento, enfatizando tamibén el estiramiento; recordamos que antes de comenzar con los pesos, se debe mandar sangre a los músculos, comenzando con un calentamiento, y después alargarlo.
- Una forma de entrenamiento es por ejemplo el multipower, donde se inclina el cuerpo muy al frente con los pies planos y separados al ancho de los hombros, bloqueando la barra en un recorrido fijo, y como los femorales se estiran, es una de los mejores y más efectivas formas de hacerlo.
El enfoque es relevante
Para formar las piernas se requiere de un proceso complejo, y esto requiere de una concentración total, sobre todo porque para desarrollar los músculos se necesita de una claridad total, siendo uno de los factores para entrenar los femorales al principio del entrenamiento donde la mente aún está fresca, y si fuere posible, después de un día de descanso.
Una opción es desarrollar un estiramiento con pesos al final de la sesión de entrenamiento, así como realizar algunos aeróbicos antes de entrenar los femorales, usando una esterilla, aumentando el ángulo de inclinación y así incidir en los glúteos y femorales.