El hielo ralentiza tu recuperación y crecimiento
Tradicionalmente se trata cualquier lesión o recuperación con hielo, ¿también lo haces al terminar de entrenar?.
De cierta manera, indepediente al tipo de deporte que practiquen, puedes ver a muchos atletas en un baño de recuperación con hielo después de un entrenamiento agotador.
La intención del baño de hielo generalmente es sofocar la inflamación aguda y hacer que el atleta regrese al campo mucho más rápido, o en nuestro caso al gimnasio.
Pero en realidad, exponer los músculos a temperaturas frías, ya sea a través de un baño de hielo en una bañera de hidromasaje o una bolsa de guisantes congelados, alivia el dolor temporalmente.
Contrario a la creencia popular, no facilita la curación y en todo caso la dificulta, ¿será cierto?.
La inflamación es indispensable
Recuerda que la inflamación es que es crucial para la curación, pues sin ella cualquier lesión, por pequeña que sea, nunca se curaría.
Así es como funciona esto:
- Después de una lesión, se libera histamina, lo que hace que los tejidos se inflamen.
- Luego, los macrófagos marchan para atacar a los microbios invasores y también se reclutan factores de crecimiento.
Estos factores de crecimiento estimulan los fibroblastos, las células epiteliales y las células endoteliales para comenzar el proceso de reconstrucción celular muscular.
En el caso de lesiones musculares, las células satélite, que de otro modo estarían inactivas, cobran vida y se convierten en células musculares en toda regla.
Sin embargo, si usas de inmediato, una terapia de recuperación con hielo en una parte del cuerpo afectada ralentiza o detiene todo este proceso.
La evidencia científica
Todo esto se demostró en un estudio de 2011, que mostró que las personas que se congelaron los músculos desgarrados de la pantorrilla, sintieron tanto dolor e incomodidad como aquellos que tomaron su libación del dolor directamente
Aplicar hielo tampoco les ayudó a volver a sus actividades normales antes.
Otro estudio realizado en 2012, encontró que los atletas que se congelaron los músculos después de entrenamientos duros, recuperaron su fuerza más lentamente que los atletas que no lo hicieron.
Luego, un estudio de 2015 encontró que los culturistas que rutinariamente usan la recuperación con hielo en sus músculos adoloridos desarrollan menos resistencia, fuerza y tamaño que los que no usan hielo.
Desafortunadamente, ninguno de los estudios anteriores exploró el mecanismo detrás de esta estrategia.
Sin embargo un nuevo estudio japonés hace precisamente eso. Y, si bien se realizó con roedores y no con humanos, el estudio parece validar los mecanismos de inhibición muscular causados por el hielo.
- Científicos de la Universidad de Kobe reunió a 40 roedores para extraer eléctricamente pequeñas partes de músculos de sus pantorrillas, simulando un entrenamiento prolongado.
- Luego ataron bolsas de hielo del tamaño de un roedor a las extremidades afectadas de la mitad de ellos.
Al examinarse microscópicamente, ambos grupos mostraron un daño claro en las fibras musculares. Pero el grupo que no usó hielo exhibió un despliegue mucho más rápido de células proinflamatorias que comenzaron a eliminar los desechos celulares.
Para el tercer día posterior al «entrenamiento», la mayoría de las fibras dañadas se habían eliminado, momento en el que las células antiinflamatorias comenzaron a aparecer
En este escenario, las células satélite comenzaron a crecer, la curación comenzó y al cabo de dos semanas, estos roedores estaban listos para la acción.
Pero ¿cómo evitar el hielo?
Con toda esta evidencia científica, queda claro que la recuperación con hielo para los músculos después de un entrenamiento es una mala idea
Además, hacerlo después de casi cualquier lesión, incluidas ciertas cirugías, podría no ser una buena idea, pero esto queda como una “digna” controversia… porque ¿qué te decía tu abuela o tu madre?…
De todos modos, en el caso de las agujetas, existen algunas recomendaciones prácticas que puedes usar para calmar el dolor, recuperarte correctamente y obtener ganancias musculares, sobre todo usando los suples de post-entreno, que de vez en cuando combinan la herbolaria y la tecnología de hoy para inhibir el catabolismo, mitigar el dolor y acelerar la recuperación.
Desde ya, es mejor alejarte de los medicamentos AINE después de un entrenamiento o una lesión,
- Si el dolor es severo, empieza tomando curcumina micelar (una cápsula de 400 mg al día) y, complementa tu dieta con ácidos grasos omega-3 (fuera de la ventana anabólica).
- Además, puedes coger algún suplemento con resveratrol, que puede convertirse en el complemento ideal para la curcumina, en los días posteriores al entrenamiento muy intenso.
Si te reventaste en el gimnasio y aumenta la inflamación a niveles perjudiciales, reduce la intensidad al día siguiente y, así sucesivamente, pero sin duda, debes escuchar a tu cuerpo para resolver el problema de la recuperación tanto física como mental.
Sinceramente no todo es fácil, deberías tomar en cuenta la nutrición de post-entreno. Para ello te invitamos a ver el siguiente vídeo preparado por MASmusculo.