El DHA combinado con el entreno protege el cerebro contra las contusiones
Las habilidades del ácido docosahexaenoico (DHA) y el ejercicio para contrarrestar la decadencia cognitiva después de una lesión cerebral traumática o cualquier lesión cerebral (TBI, por sus siglas en inglés) están recibiendo un reconocimiento cada vez mayor; sin embargo, la posibilidad de que estas acciones puedan ser complementarias sigue siendo solo una posibilidad intrigante.
Un estudio hecho con animales que los fisiólogos de la Universidad de California en Los Ángeles publicaron en Neuroscience examina la posibilidad de que la combinación de dieta y ejercicio tenga el potencial agregado de facilitar la recuperación funcional después de una lesión cerebral.
Las ratas recibieron una lesión leve por percusión de líquidos (mFPI) o una lesión simulada y luego se mantuvieron con una dieta alta en DHA (1,2% DHA) con o sin ejercicio voluntario durante 12 días.
Sabemos que los atletas que participan en deportes de combate, y que por lo tanto reciben muchos golpes en la cabeza, probablemente se beneficien de los suplementos de aceite de pescado. El entreno frecuente también ayuda al cerebro a lidiar con el daño de los golpes; tomando esto en cuenta los investigadores realizaron un experimento, en el que dieron a las ratas un efecto como una conmoción cerebral para ver si el entreno y el DHA reforzaban mutuamente los efectos protectores que tienen en el cerebro; a un mitad de les suplementó y a la otra mitad se les dio una alimentación estándar sin suplementación. Además, la mitad de las ratas de cada grupo se colocaron en una jaula con una cinta para correr que podían usar tanto como quisieran.
El análisis de datos mostró que después de 12 días que los animales se recuperaran durante siete días, después de lo cual los examinaron; durante los días de recuperación, los animales se mantuvieron en la misma dieta y régimen de ejercicio que antes. Al final de la semana de recuperación, los investigadores lograron que las ratas nadaran en varias ocasiones en un acuario equipado con una plataforma invisible, registrándose cuanto tardaban las ratas en saber donde estaba la plataforma.
Los investigadores observaron que la conmoción cerebral causó que las ratas tardaran más en encontrar la plataforma que las ratas en un grupo de control que no habían tenido una conmoción cerebral. Lo observado fue que la suplementación con DHA resultó en una menor cantidad de tiempo de búsqueda, y cuando se combinó con el entreno (ejercicio físico), el tiempo fue aún menor.
La conmoción cerebral redujo la concentración de DHA en el tejido cerebral y la suplementación lo restauró parcialmente, pero la recuperación fue más rápida cuando se agregó el ejercicio físico. Por otro lado, la conmoción cerebral redujo la síntesis de BDNF, un factor de crecimiento involucrado en el crecimiento de las células cerebrales y la creación de nuevas sinapsis; en este sentido, la suplementación con DHA y el entreno también aumentaron la síntesis de BDNF en forma individual y la combinación de los dos aumentó aún más la cantidad de BDNF en las células cerebrales lográndose llegar a la conclusión científica certera al respecto.