El cuerpo debe mantenerse anabólico
El estrés y los hábitos diarios forman parte importante del entrenamiento
Cuando un atleta ha trabajado correctamente, entrenando a menudo y con regularidad, siguiendo una dieta adecuada (rica en carbohidratos, moderada en proteínas y pobre en grasas), recuperando correctamente el organismo, y con una actitud correcta con el enfoque ideal para enfrentar cada entrenamiento, en ciertos casos no siempre se crece y hay un detalle perdido que será igual a perder masa corporal; a veces es difícil acordarse de la llave del crecimiento muscular, porque nuestros músculos no viven en un tubo, ya que responden al medio ambiente y son definitivamente afectados por el estrés impuesto sobre los sistemas orgánicos que los envuelven.
Esas pequeñas cosas que hacemos y que se hacen correctamente deben estar complementadas por otras para que el crecimiento sea sostenible en el tiempo, y aunque se tenga la mejor rutina de entrenamiento y el mejor programa nutricional del mundo, si no se cuenta con los otros factores, no se ingresará o no se mantendrá el estado anabólico (fiscal del crecimiento), y no se sumará tejido muscular alguno.
El “Cabo de Guerra”
Constantemente el cuerpo está en guerra entre dos formidables oponentes; de un lado el mejor amigo del practicante de musculación y del otro lado el peor enemigo, porque la testosterona que es la hormona anabólica es la que conecta la síntesis proteica en el interior de las células musculares, significando que las nuevas proteínas (normalmente los microfilamentos que auxilian en la contracción muscular) serán creadas, haciendo los músculos más fuertes y mayores.
Por lo tanto, estos dos factores, la testosterona y la síntesis proteica, son los que posibilitan utilizar el estímulo muscular eficiente combinado con los nutrientes disponibles, para el aumento de la masa muscular, pero la antagonista es la hormona cortisol, que es conocida como la hormona del estrés, que es liberada por el organismo en respuesta a todo agente estresante en la vida o en el entrenamiento.
El cortisol tiene como función preservar la energía a través de la gestión de la glucosa (fuente de energía rápida) y preparar el organismo para combatir el peligro eminente proveniente de cualquier situación de estrés, sea mental, físico, o bioquímico; para esto el cortisol produce la glucosa (proceso de la gluconeogénesis) elevando los niveles de glicemia sanguínea (+glucosa = +combustible cerebral) a partir de otra fuente.
La fuente para esa producción de la nueva glucosa son los aminoácidos que provienen del tejido muscular, y cuando esto acontece, se estará perdiendo masa muscular; este proceso de despojo de las proteínas de las células musculares es genéricamente conocida como degradación proteica, que realmente es el trabajo del cortisol.
Lo Anabólico es un Término Relativo
Se debe entender porqué el término anabólico es relativo, ya que no se debe decir que algo es anabólico o no, somo si fuera un conmutador de luz que se conecta o se desconecta; en vez de ello, el anabolismo es más parecido a un control deslizante donde el estado anabólico de la persona puede ser incrementado o disminuido dependiendo de cual hormona esté venciendo el «cabo de guerra».
Debemos pensar en el estado anabólico como algo dinámico, constantemente en cambio, y esta contínua batalla entre la síntesis y la degradación proteica produce este proceso; en el pasado, se enfatizaba el aumento de los niveles de testosterona como forma de vences esta batalla, pero infelizmente la eficiencia de la mayoría de los potenciadores de testosterona nunca llega a un éxito completo, y aunque apoye en el trabajo anabólico, debemos tener la mente abierta pensando que la testosterona solo tiene la mitad de la responsabilidad en todo.
- El trabajo muscular debe ser ejecutado durante el anabolismo y se debe intentar reducir la degradación proteica.
- No se debe permitir que la testosterona sea reducida.
- No se puede probablemente aumentar significativamente los niveles de testosterona de un practicante de musculación durante un largo periodo, pero se puede proteger el organismo contra la actividad catabólica y de aquellos factores que inducen a una disminución de la testosterona sérica, aumentando la habilidad de la testosterona de estimular un nuevo crecimiento.
Recientemente, varios escritores sobre acondicionamiento físico y entrenamiento, se centran mucho más sobre la actividad anti-catabólica y esto es la verdadera revolución del culturismo, pero en realidad al mirar el otro lado de la vieja moneda, observamos que el anti-catabolismo y el anabolismo en combinación inducen al mismo resultado que es tener más masa muscular.
Los factores de los hábitos de vida
Al lidiar día a día en un espiral catabólico nos encontramos con el estrés mental como primer escollo, y esto viene del trabajo, el estudio o la vida familiar, que definitivamente pueden destruir los objetivos del entrenamiento; recordemos que el peor enemigo es el cortisol que se secreta por cualquier agente estresante y se debe entender que el cuerpo humano trabaja en un sistema de prioridades.
- La prioridad número 1 es la supervivencia y el organismo interpreta el estrés como una amenaza a esta supervivencia.
- El organismo no sabe que el estrés viene del trabajo o el estudio, o de otra cosa trivial, sino va sumando el cortisol poniendo el riesgo el crecimiento muscular, que está al final de las prioridades orgánicas.
- En el peor de los casos, se lucha contra la degradación proteica provocada por el cortisol y si se entrena duro solo se logrará añadir un poco de volumen muscular.
Entonces la prioridad para muchos es reducir el estrés global en la vida en relación al potencial del estado anabólico; no siempre se puede eliminar el estrés de la vida, pero sí aprender a controlarlo con algunas cosas que son simples pero deben hacerse para tener un físico monumental.
Combatiendo el estrés para mantener el cuerpo anabólico
Entrenar con presencia de un estrés psicológico es bien complicado, pero se puede iniciar las cosas entendiendo algunas cosas como saber escaparse del estrés, y aunque no es posible vivir completamente libre del estrés, se puede descubrir la cantidad ideal de estrés para mantenernos motivados y sintiéndonos vivos.
- Se debe planear el entrenamiento en relación a las situaciones estresantes; en la mayoría de las veces sabemos que una situación de estrés se está aproximando, y si una persona es seria con su entrenamiento o es profesional dentro del culturismo, se debe adaptar el calendario familiar, de trabajo, o de romance en función a los objetivos del entrenamiento, pero no al revés como muchas veces se hace, porque la propia preparación para poner el cuerpo a punto es estresante y se requiere de una vida tranquila.
- Las situaciones de estrés aunque sea provisional deben ser eliminadas o reducidas; en este caso se debe aprender a delegar responsabilidades, usar suplementos para el buen humor, practicar actividades orientales, realizar masajes, pasear o entretenerse siempre, y alejarse de las personas angustiosas que solo molestan.
- En todo caso, se debe aprender a controlar las reacciones al estrés con técnicas de relajación muscular en forma progresiva, con una buena respiración y visualización de la rutina diaria, aprendiendo a luchar contra los pequeños problemas diarios, priorizando los objetivos personales y familiares.