Crean materiales con mismas características de tejidos musculares
La nanotecnología y los adelantos científicos ayudarían a un abaníco de posibilidades en un futuro cercano
El cuerpo humano vive en constante proceso de regeneración. Pero cuando algo más serio acontece no siempre consigue reconstituirse solo. En esa especialidad, sin embargo, la ciencia está dando una importante contribución. La busca de alternativas que ayuden en la reconstrucción de estructuras del organismo es una de las áreas de la medicina que más evolucionan. Con el auxilio de una tecnología cada vez más refinada, científicos de los principales centros de investigación del mundo ya recriaron en laboratorio órganos como riñones, vejiga, vasos sanguíneos y hasta huesos. Más recientemente, buena parte de los esfuerzos fue concentrada en el desarrollo de músculos artificiales. Y los resultados de todo el esfuerzo, al menos hasta ahora, son prometedores.
Un ejemplo de esas experiencias exitosas fue publicada en la revista científica “Nature”. En ella, científicos de la Universidad de British Columbia, de Canadá, relatan como consiguieron desarrollar un material, un tipo de tejido, que imita las propiedades elásticas de los músculos. La gesta fue obtenida porque la plantilla del área de ingeniería mecánica fue capaz de reproducir en laboratorio un compuesto con estructura molecular semejante a la de la titina, una importante proteína responsable por las propiedades elásticas de los músculos en los organismos vivos.
El producto fue creado a partir de un polímero en especial desarrollado para funcionar como un biomaterial que presenta características multifuncionales hasta entonces presentes únicamente en la titina. “Ella actúa como un muelle con alta resistencia, capaz de absorber grandes impactos”, explican los estudiosos. Además el objetivo de los investigadores es usar este nuevo tejido en la regeneración de diversos tipos de tejido muscular. Ahora, la próxima fase de la experiencia es comprobar su compatibilidad con el tejido humano.
Otro importante descubrimiento fue hecho por investigadores de la Universidad de Texas, en Estados Unidos. Allí los científicos recriaron en laboratorio dos tipos de tejidos musculares que llegan a ser hasta 100 veces más resistentes que el tejido humano. Los biomateriales habían sido desarrollados con recursos de nanotecnologia – área de crecimiento impresionante y que se basa en la creación de partículas en escala nanométrica (uno nanómetro es un billón de veces menor que un metro).
Según los investigadores, ese biomaterial imita los músculos humanos de varias formas. Una de las principales semejanzas es que ellos liberan energía y consumen oxígeno; ya que consiguieron esa respuesta a partir de un estímulo provocado por electrodos y baterías. El invento, todavía en fase de tests, ya es considerado un avance. “Inicialmente esos materiales podrían ser usados en la creación de prótesis avanzadas y, en el futuro, en la construcción de sistemas musculares más complejos”, dice el científico John Madden, del Instituto de Nanotecnologia de la Universidad de Texas. Esos resultados fueron publicados en la revista científica “Science”.
Aunque experimentales, esas tecnologías señalizan buenas perspectivas para el tratamiento de diversos tipos de enfermedades musculares. Una de ellas, la parálisis facial permanente, que fue el blanco de estudios de médicos de la Universidad de California, también en Estados Unidos. Los cirujanos desarrollaron una técnica que podrá ayudar a recuperar movimientos de la musculatura de la región delos ojos, perjudicados por traumas o por enfermedades como el accidente cerebrovascular. El modelo creado utiliza un tipo de músculo artificial hecho con polímeros electroactivos, un material a la base de silicona que presenta potencial para recuperar esos movimientos.
En realidad, los científicos crearon un sistema, compuesto por el tejido y por un delicado soporte, puesto en los párpados y ligago a una pequeña batería implantada en la región frontal del rostro. “La fuerza y el movimiento que el músculo artificial genera, a partir de los estímulos, son semejantes a los de la musculatura natural. Eso permitió que el párpado volviese a moverse”, dice Travis Tollefson. Ese músculo artificial está compuesto de tres capas de silicona blanda y un tipo de acrílico y carbono. Cuando una corriente eléctrica es aplicada, el material estira. Cuando la carga es removida, el músculo se contrae. Ese mecanismo permite que el párpado realice su movimiento natural. Ese trabajo fue publicado en el “Journal Archives of Facial Plastic Surgery”.
Otra línea de estudios que promete revolucionar el tratamiento de las enfermedades musculares es la terapia con células madre, que pueden transformarse en cualquier tejido del cuerpo. Experiencias realizadas en centros de estudios de todo el mundo están permitiendo la creación de varios tejidos, los musculares entre ellos. Aunque esas nuevas técnicas todavía no estén disponibles el día a día de la rutina médica, el futuro parece cercano.