Ya se trate de dos brazos y piernas de igual longitud, o de una fuerza equilibrada entre ambos lados del cuerpo, la simetría, biológicamente hablando, es el estado preferido de la naturaleza. Comprometerte a tal estado ideal de equilibrio puede, en términos de rendimiento humano y desarrollo físico, conducirte a lesiones, bajo rendimiento y debilidad.
La simetría muscular está determinada por como se forma cada lado del cuerpo de cada grupo muscular individual y como estas agrupaciones se unen para mejorar el equilibrio físico. En conjunto, esto resulta en un gran equilibrio. El tercer componente crucial para garantizar la estética corporal de cualquier culturista profesional (aunque para la mayoría de nosotros en una escala mucho más pequeña), se logra mediante la combinación de niveles de proporción y simetría estéticamente deseables.
En los términos de construcción del cuerpo, la buena simetría representa un perfecto equilibrio de masa muscular entre ambos lados del cuerpo, mientras que la proporción muestra como se desarrolla cada uno de los grupos musculares; por ejemplo de frente a espalda y de lado a lado. Por ejemplo, unas pantorrillas insignificantes contrastadas con unos muslos masivos no indican una simetría pobre, siempre que cada músculo de la pantorrilla mida lo mismo.
Sin embargo, tal discrepancia indica una pobre proporción; en fin, el culturista aspirante construiría sus pantorrillas para que coincida con sus impresionantes cuádriceps. La misma regla se aplica a todos los demás grupos musculares, pues para estar lo mejor estéticamente y funcionalmente, una buena simetría y proporción es imprescindible.
¿Por qué enfatizar la simetría y la proporción?
La mayoría de nosotros nacemos con una simetría casi perfecta, pero genéticamente hablando, algunos de nosotros tendremos que ponernos al día en el área de proporción. Aún así, no somos bultos amorfos de músculo y huesos, ya que somos bendecidos con una fisiología finamente ajustada que nos permite navegar por muchas tareas de diferentes niveles de complejidad.
El equilibrio óptimo entre nuestro lado izquierdo y derecho y las proporciones deseables son difíciles de lograr; con el tiempo, ciertas lesiones y la degradación física general, junto con las limitaciones genéticas, culminan en una variedad de desequilibrios musculares.
Ahora sabemos qué es la simetría muscular, pero ¿qué son exactamente las proporciones deseables?. Debido a que no tenemos bíceps como Arnold en su mejor momento (que, dicho sea de paso, no poseía una gran simetría entre su brazo izquierdo y derecho) o muslos como Ronnie Coleman, ¿esto nos hace desproporcionados desde una perspectiva de culturismo?. De ningún modo porque no se pueden aplicar criterios estrictos para una forma física ideal porque ninguna existe; el desarrollo del cuerpo es, posteriormente, un deporte subjetivo gigante y dicho esto, hay ciertas recomendaciones que sería prudente seguir.
Siempre que nuestro físico fluya bien de un grupo muscular al siguiente, un grado respetable de tamaño muscular es evidente; se podría decir que muestra proporción y simetría. Sin embargo, hay quienes tienen claras ventajas genéticas como el histórico culturista Steve Reeves, que poseía un desarrollo físico clásico repleto de 18.5 pulgadas de cuello, pantorrillas y desarrollo del brazo superior.
Muchos piensan que su físico es el más simétrico y proporcional de todos los tiempos y aunque Mr. Reeves pasó muchos años en las trincheras de entreno construyendo su fenomenal físico, la genética también jugó un papel. Las articulaciones pequeñas combinadas con los vientres musculares grandes, por ejemplo, transmitían, para él, una ilusión de mayor tamaño. El mismo grado de tamaño en una persona con una estructura ósea más grande (que incluye una faja pélvica ancha) puede parecer «obstructiva» y carecer de la estética deseable.
Para algunas personas, el tamaño a expensas de la forma parece ser de primordial importancia; para otros, la masa equilibrada es la preocupación número uno. El gran equilibrio entre los grupos musculares representa mejor el ideal físico, sin embargo, siempre habrá quienes prefieran la inmensidad total sobre la densidad muscular bien elaborada.
Aparte de la similitud de la circunferencia entre la parte superior del brazo, la pantorrilla y el cuello, otro indicador de gran simetría y proporción es el codiciado cuadro en “X”, que incluye el aspecto de ahusamiento en “V” que abarca una cintura pequeña, hombros anchos y amplios músculos de piernas, junto con pantorrillas con forma de diamante y muslos abultados.
En fin, para desarrollar adecuadamente nuestro físico o el tuyo, para garantizar la simetría y la proporción óptimas, debes formar a todos tus grupos musculares con igual intensidad; esto significa poder sentir y ver esos músculos que están ocultos bajo otros músculos. Para el éxito, tus músculos deben verse impresionantes desde todos los ángulos, desde el profundo espesor de la parte posterior interna y erectores espinales, regulándolos en favor de piernas más vistosas.
Del mismo modo, el pectoral no debe estar lleno de fondo, sino que muestra un desarrollo completo de las áreas lateral, interna, externa, superior e inferior. El tibial anterior, el serrato, el sóleo y otras áreas a menudo pasadas por alto, deben ser atacados con la misma frecuencia que los hombros, brazos y pectorales más grandes y más perceptibles.
Para lograrlo, debes llegar a prevenir lesiones, incrementar tu rendimiento, lograr un desarrollo equilibrado, perfeccionar tu forma, entre ello, entrenar con ejercicios compuestos y de aislamiento.
Fuente
- David Robson Research, All Max Nutrition PRO Trainer: 12 Week Program: How to Build Perfect Muscle Symmetry
