Apretando los puños o tensando los abdominales
Un informe publicado en la revista Journal of Consumer Research mostró que tensar los músculos puede ayudar a fortalecer la fuerza de voluntad, que, a su vez, aumenta su capacidad para vencer la tentación de alimentos. En un experimento hecho con más de 50 voluntarios que iban tensando los músculos de la mano en su camino a un restaurante, en estado de apetito, les hacían comprar menos comida chatarra, en comparación a los que no lo hacían, atrayendo la atención del mundo deportivo que depende de la dieta para obtener resultados.
Esta investigación es parte de un área más grande de la ciencia, conocida como la cognición encarnada; aquí se ve la forma en que nuestros comportamientos físicos y mentales están muy unidos de una manera que aún no se entiende completamente, pero sugiere que la forma en que nos sentimos físicamente puede afectar nuestra percepción mental. Por ejemplo, en la investigación en la Universidad de Yale, Estados Unidos, los participantes que sostenían tazas de café caliente eran más propensos a juzgar a alguien como digno de confianza, lo que no sucedió con los que cogían tazas de café frío.
La misma idea que está en juego aquí, pues apretando los puños o tensando los abdominales también nos ayudaría a preparnos físicamente, lo que induce definitivamente a tener un mente de acero. Simplemente participar en estas acciones corporales, que a menudo resultan de un esfuerzo de voluntad, puede servir como una fuente no consciente para reclutar a la fuerza de voluntad y facilitar el autocontrol, citan los investigadores de Yale.
Hay un estudio curioso por ejemplo, que muestra que al apretar el puño izquierdo (no el derecho), se puede evitar que una persona se ahogue en situaciones de alta presión; los investigadores creen que apretar el puño izquierdo ceba el hemisferio derecho del cerebro, ayudando en la realización automática de habilidad. Por lo tanto, es sin duda una forma de engañarnos a nosotros mismos la próxima vez que pensamos ir para esa porción de pizza en lugar de ordenar una ensalada o empezar el día con un desayuno saludable en vez de darnos un atracón.
Y, si todo lo demás falla, al menos, los músculos abdominales se verán bien a medida de que se trata de rechazar esa comida adicional o una copa de alcohol. No se sabe como los que participaron del estudio lo hacen, pero sí se llegó a concluir que apretando los puños o tensando los abdominales, se tomará una decisión consciente de hacer una elección más saludable; por otro lado, los investigadores encontraron que esta práctica solo funcionaba cuando se empleaba en el momento exacto de la tentación y no cuando se utilizaba en períodos anteriores, hablando de unas horas antes.
Fuentes
- Runnerss World Research: Think Yourself Slim
- Eat This Healthy Articles: Truths about Willpower
