Al comer cada 3 horas respetamos los ciclos gástricos
Es el fundamento más importante para mantenerse sanos y sacar los mejores resultados del entrenamiento.
Llamamos ciclo gástrico al proceso desde la ingesta y absorción de los nutrientes así como de aprovechamiento de energía; cada ciclo gástrico es una “solicitud” por parte del organismo de energía y nutrientes para mantener el sistema en correcto funcionamiento; esto sucede dependiendo del organismo de cada 2 horas o a lo sumo 4 horas y esto quiere decir que un ser humano pasa por 4 a 6 ciclos gástricos diariamente exactamente como un recién nacido que debe ser amamantado por su madre dentro de estos mismos periodos de tiempo que es otro indicio natural de la regularidad de los ciclos.
El tiempo en que los alimentos no aprovechados permanecen en el intestino no tiene conexión directa con la duración de los ciclos gástricos pues en situación normal, o sea si nos alimentáramos correctamente no ingeriríamos los alimentos que quedan un largo periodo en el intestino, entonces tendríamos un flujo de funcionamiento intestinal mucho más activo.
Inclusive el mayor estudio ya relacionado al asunto apunta la conexión directa entre el tiempo de permanencia de las heces en el intestino con la cantidad de enfermedades y males que sobrecrega que induce ese organismo. (cuánto mayor es el tiempo y la retención del tráfico fecal, mayor será el índice de aparición de disturbios, males y enfermedades.)
Nuestros ancestros y los ciclos alimenticios
Fue la revolución industrial y los padrones de los horarios de trabajo que hicieron que se fijaran horarios para las comidas, pero hasta entonces era común respetar los ciclos naturales de apetito; antes de 1960 cuando el común de las personas trabajaban en casa en sus propiedades o incluso en almacenes o ventas, lo que sucedía es que no se distanciaban mucho de donde eran guardados los alimentos; entonces, cuando el apetito avisaba, esas personas no tenían otros compromisos u obligaciones que no les permitieran coger algo para alimentarse y de esa forma no acumulaban tanto apetito que los hiciera alimentarse en otros horarios.
- Debemos considerar que a pesar de haber un estilo de vida completamente diferente de nuestros ancestros, aún mantenemos exactamente las mismas características fisiológicas, o sea, el sistema de funcionamiento aún es el mismo.
- Entonces debemos analizar que a pesar de que el organismo humano lentamente cambie su morfología, al transcurrir las generaciones para adaptarse a la era moderna, el sistema de funcionamiento del metabolismo y de los órganos internos continúa siendo la misma de miles de años atrás.
- De hecho, la fisiologia es compartida no solo por el Homo Sapiens, sino por otros mamíferos también y es por este mismo motivo que podemos estudiar los efectos de sustancias y remedios en chipancés y ratones para intentar determinar los efectos sobre el metabolismo y sobre la fisiología humana con altos índices de éxito.
La falta de apetito e indisposicion al despertarse
Cuando los primeros ciclos del día no son respetados, principalmente la alimentación por la mañana en el desayuno y tampoco respeta los ciclos intermedios como el almuerzo o la cena, es común que el cuerpo rescate esa energía en el periodo de la noche cuando todas las personas abusan de los alimentos lo que no debería suceder, pues es en el periodo nocturno (durante el sueño) suceden los procesos que revigorisan y rejuvenecen nuestro físico.
- Cuando la persona no respeta los ciclos diurnos y acaba por compensar comiendo más a la noche acaba por obstruir ese proceso revigoratizante del cuerpo, pues el sistema pasa la noche entera ocupado en digerir el exceso nocturno no sobrando energía para que los procesos de revitalización sucedan, y de esta forma, la persona se despierta cansada y sin apetito el siguiente día.
- Es muy común oir a las personas decir que no toman café de la mañana por no tener apetito; pero esto no es normal e indica un desvío del patrón fisiológico natural del cuerpo humano.
En el acto de la reeducación alimenticia verdadera, el nutricionista debe alertar a la persona que este se encuentra en desequilibro y que la alimentación por la mañana no es una cuestión de opción; pero sí de necesidad y es normal las personas tarden algún tiempo (semanas) para adaptarse a la alimentación matinal y cuando eso suceda tendrán apetito por la mañana y dejando de lado al super apetito en los periodos nocturnos ya que respetaron correctamente la distribución de los ciclos desde el inicio del día.
Alteraciones en la composición corporal de músculos y acumulación de grasas
Cuando la persona no respeta los primeros ciclos del día generalmente su primera comida acaba siendo el almuerzo y en esta hora es normal que la persona piense que ya que yo no comió nada por la mañana, puedo tener un almuerzo más reforzado pero esto ya es totalmente erróneo pues no se puede ignorar un ciclo y compensar el otro pues cada intervalo irregular el cuerpo requiere de una fracción mínima de energía y nutrientes.
Analizando más de cerca la situación y profundizando aún un poco más debemos tener en mente que las 6 a 8 horas en que quedamos durmiendo ya son suficientes para agotar nuestra reserva de energía para obtener una correcta recuperación y reparación del cuerpo en el periodo del sueño, entonces, al levantarnos se hace necesaria la ingesta de energía/nutrientes no solo para iniciar un nuevo día, sino para principalmente reponer la energía gastada durante el periodo nocturno.
Cuando esto no sucede y el organismo no encuentra ninguna energía/nutriente disponible en el sistema digestivo acaba por movilizar las propias reservas del organismo; que implican reservas de aminoácidos a través de la gluconeogénesis ( conversión de músculos en energía ); situación denominada catabolismo muscular en donde se pierde masa magra; entonces al compensar los ciclos lo único que se hace además es perjudicar al cuerpo y con una mayor cantidad de alimentos y calorías habrá una tendencia para que todo el excedente sea almacenado dentro de los apidositos que son células de grasa y por consecuencia además de la pérdida de masa magra, se acumula grasa.
Generalmente las personas no se dan cuenta de este proceso pues hacen su control solo del peso corporal, que muchas veces no es alterado en este proceso de intercambio pues lo que se observa no son las diferencias en la balanza pero si la falta generalizada de tonificación en el cuerpo entero, haciendo que el cuerpo pierda sustentación y además del sistema esquelético que sufre una sobrecarga, también las vísceras abdominales se proyectan hacia el frente por la pérdida de la presión intra-abdominal ejercida por los músculos que contenían las vísceras pero que perdieron el tono muscular.