Un Desayuno en San Valentín
Despertando el placer muy temprano para disfrutar siempre
Para sorprender a la pareja se debe tener detalles, y todos piensan en esas velas para una noche inolvidable o simplemente estar en un ambiente ignótico que llama al erotismo; pero las posibilidades se pierden desde la mañana, porque este fin de semana podríamos armarlo como uno de los mejores de toda la vida, con un desayuno más que especial comenzando la jornada con buen humor y con mucho romanticismo.
Concejos Románticos
En este caso es mejor hacerlo el fin de semana, en el que ninguno de los dos trabaje, de esta forma se disfrutará con calma el momento y pasar a un paso delicioso y muy importante en este encuentro, como tener relaciones íntimas en la mañana, pero para comer en la cama las bandejas son las que cuentan, por tanto hay que llevar la comida directamente a la habitación, o en la cama, o en una mesa acompañada de flores, donde el momento sea el más especial de todos.
La elección del menú dependerá de los gustos de la pareja y de las habilidades como cocinero(a), pues si solo sabe preparar unos huevos revueltos, panqueques, o algún omelette… entonces adelante, y si no, solo ir a la panadería y comprar unos croinsantas, mantequilla, mermeladas, para crear un deliocioso desayuno.
- Menú 1: Omelette de vegetales o de jamón y queso, tostadas de pan, café con leche y/o zumo de naranja (preferiblemente natural) o de cualquier otra fruta.
- Menú 2: Revoltillo de huevo que puede ir acompañado de champiñones, queso, jamón, tostadas de pan, café con leche y/o zumo.
- Menú 3: Tostadas de pan, mantequilla, mermelada, jamón y queso (servido en un plato con una hermosa presentación), café con leche y/o zumo.
- Menú 4: Bollería como croissant de mantequilla o rellenos de chocolate, pasteles, magdalenas, alguna mermelada para acompañar, café con leche y/o zumo.
Entre las claves para un desayuno romántico está el buen café o el té que da la energía necesaria para vivir un día con mucho amor, y para ello existen variedades, inclusive el chocolate. En este caso la escena puede ser decorada con simplicidad, con algunas flores o algún detalle decorativo que siempre se encuentra, y por supuesto, con un bombom de chocolate pequeño que hace la diferencia.
En este tipo de desayunos, la pareja no debe mover un dedo y ahí está el detalle, pues en este caso es mejor que el hombre sea el sirviente, para disfrutar definitivamente de una velada placentera y total. En todos los casos es mejor ser discreto al levantarse y al despertar con un beso, la pareja ya estará sintiendo los aromas de ese manjar de desayuno preparado especialmente.
Es obvio que una mañana llena de emociones, también invita a cocinar a ambos, pero la sorpresa podría estar en un desayuno así, que hace descubrir lo mejor de uno, y permite pasar una vida sensacional.
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