Definitivamente es uno de los puentes vacacionales más tradicionales en la península y así como representa la cultura cristiana en nuestras vidas, también es un cónclave de gastronomía, donde se mezcla lo histórico con lo innovador, pero nadie y de esto estamos seguros, nadie puede escaparse de las recetas de Semana Santa como el potaje de vigilia, la sopa de ajo, el pa torrat, las torrijas o pestiños, hornazos, longanizas o los platos con bacalao, recordando que los mariscos son parte central de nuestras mesas… obviamente casi todos también disfrutamos de esas riquísimas monas pascuales.
Esta vez no pensaremos en calidad ni densidad nutricional, sino hablemos claro; en Semana Santa las calorías son las que cuentan, así que así como consideramos que existen varios manjares que son propios de nosotros, también podríamos aprovechar esas calorías provenientes de cada una de las comidas o repostería tradicional entrenando duro.
El Jueves Santo, prepara tu cuerpo
Es quizás uno de los días donde más consumiremos calorías de diversas fuentes, sean grasientas, cargadas con carbohidratos o con azúcares; bueno antes de enfrentarnos a él, podríamos entrenar haciendo HIIT y alejar el apetito, mediante algunos trucos que deberían ser parte de nuestra rutina el jueves.
- La merienda de la tarde es esencial; comer un sándwich con mantequilla de maní o un plátano es mejor antes de entrenar por la tarde; es mejor comer algo que hacerlo con el estómago vacío, además aumentaremos la quema de calorías. Utilizar la suplementación de pre y post-entreno sin quebrar la rutina de este día especial de Semana Santa también puede ayudar para alejar los antojos.
- Un estudio australiano cita que si se entrena HIIT durante una media hora con intervalos constantes, se reduce las ganas de comer y hasta se pueden consumir unas 175-200 calorías menos en comparación de otros tipos de entrenos.
- La tercera opción para evitar los atracones propios es hacer yoga; un estudio bien dirigido por científicos americanos cita que esta actividad reduce el apetito en un 50%, además estimula las emociones y aumenta el autocontrol antes de las festividades.
El Viernes Santo, camina y comparte con la gente
Si bien no es parte de un plan de entreno, las procesiones de Semana Santa en las grandes localidades o nuestros pueblos compartiendo la Vía Crucis de Jesús, además de rezar y establecernos dentro de un ambiente alucinante también sirven al cuerpo y la mente. El espectáculo combinado con la fé y el sentimiento de cada uno puede ser brutal al momento de estimularnos sea que lo hagamos con amigos, con la familia o con la pareja.
El Sábado Santo, un preludio para las Pascuas
Si bien las procesiones aún no culminan en algunas comarcas, las cosas se pueden complicar con las comidas; como ya pasaron ciertos días donde las calorías siguen ahí dentro del cuerpo, sería interesante salir si el tiempo está nuboso para correr, pedalear o entrenar al aire libre.
Siempre es ideal educar y entrenar al cerebro antes de las Pascuas en Semana Santa, por tanto seleccionar algunos menús sabrosos y saludables o cocinar en casa alguna que otras recetas con ingredientes cargados de nutrientes de calidad puede ser la opción ideal ya sea lo hagamos en familia o con la pareja.
