Senos bonitos sin prótesis ni cirugía
Gracias una tecnología basada en la naturaleza podemos disfrutar de una técnica segura y natural
Las nuevas técnicas del rejuvenescimiento y de la medicina estética no paran de sorprendernos; un descubrimiento reciente se llama Macrolane, el primero y único tratamiento de remodelación corporal que usa el ácido hialurónico que está presente en nuestro cuerpo y con un riesgo mínimo de causar reacciones alérgicas y ya usado en unas 10 millones de personas en 70 países revoluncionado la medicina estética.
La mayoría de los médicos profesionales del sector garantiza que el método es muy seguro y eficiente para el rostro, pero ahora surge el mismo compuesto para remodelar el cuerpo de una forma natural no permanente y sin el uso de implantes o sin recurrir a grandes procedimientos quirúrquicos.
El macrolane se basa en la patente de la tecnología NASHA (Stabilized Non-Animal Hyaluronic Acid), más que clínicamente comprobada y muy bien documentada en los tratamientos de estética facial que son usados hace más de diez años; hoy es indicado para la remodelación mamaria, corrección de deformidades después de lipoaspiraciones, aumento de volumen de los glúteos, gemelos o en algunas situaciones especiales.
Para los especialistas, la principal ventaja es que es menos invasivo que una cirugía, se hace con una única picadura de una aguja un poco más gruesa que las convencionales por la cual se introduce el compuesto y tampoco es necesaria la anestecia general con solo una duración de 30 a 90 minutos según el gel a inyectar.
La desventaja sigue siendo el precio y dura unos 12 a 18 meses porque va siendo consumidor por el organismo, por lo que conviene hacer una nueva aplicación para mantener los resultados pero se confía que en los próximos años tanto el coste y la durabilidad puedan modificarse no solo por las nuevas tecnologías sino por la tendencia a usar cada vez más soluciones seguras y naturales.
Las mujeres de hecho son las más beneficiadas por esta opción de pechos o glúteos ya que en relación al resultado crecen en su motivación para enfrentar la vida social o profesional, romántica o familiar.