Porque no seguir las dietas de apetito
Las consecuencias metabólicas podrían ser desastrosas
En algún lugar del viaje en la búsqueda del bienestar fisico (o busqueda al azar), es probable que se vea venir un problema a través del «daño metabólico» u otro problema parecido, conocido como, «modo del apetito«; tal vez ambas cosas y si fuera así probablemente se siente una punzada de miedo después de escuchar una descripción como ésta … El modo de apetito es una serie de respuestas metabólicas, hormonales y de comportamiento relacionado a la privación de calorías extrema o prolongada, que es común en muchas dietas populares para perder peso.
Debido a que el cuerpo no puede reconocer la diferencia existente entre una dieta severa y morirse de hambre, el cuerpo responde como si estuviera realmente “muerto de apetito”; los mecanismos de protección se activan para disminuir el ritmo de pérdida de peso y tambien promueve la perdida de energía, menor actividad física y aumento del apetito.
A medida que la persona se auto-diagnostica, empiezan a surgir algunos síntomas que preocupan como el bajo consumo de energía … apetito todo el tiempo … no puede dejar de pensar en la comida …parece que no es lo suficientemente rápido como para perder lo poco que se está comiendo … la pérdida de peso se vuelve más lento e incluso se llega el momento en el cual no se pierde peso y al volver a la alimentación normal, se puede obtener una perdida de peso de manera más rápida y fácil de lo que se perdia antes.
- En este punto, el corazón goteará en la boca de su estómago y la persona estará convencida de que es víctima del daño metabólico.
- Todas las personas se preguntan si estan en modo de apetito o si se está estropeado la glándula tiroides o si tienen que cargar con esa grasa para siempre, porque el metabolismo le gana a uno.
Bueno, ahora que hemos visto un punto interesante podemos tomarnos un suspiro de alivio, no porque no sea real los problemas que acabamos de describir, sino porque hay soluciones.
El daño metabólico y clas ontroversias del modo de hambre
En primer lugar, podemos citar que según muchas investigaciones ambos, el «modo del hambre» y «daño metabólico» son reales, aunque algunos bloggers y escritores de internet siguen insistiendo en que no lo son; la razón de la confusión es comprensible, sin embargo, porque estos fenómenos se entienden mal, y abundan los mitos acerca de ellos.
El modo de pasar apetito y el daño metabólico no son también términos científicos, lo cual es otra razón por la que se desestimó indebidamente.
- Si se mira el término de «termogénesis adaptativa», sin embargo, (el término técnico para la parte de la disminución del metabolismo al padecer apetito), encontrará un montón de pruebas que demuestran que es real.
Afecta a algunas personas más que a otras debido a factores genéticos y estilos de vida y no es una exageración sugerir que el daño metabólico golpea más a las mujeres.
Los detalles sobre los mecanismos y hormonas que participan están fuera del alcance de este artículo; lo importante por ahora es que se entienda esto:
- Una dieta de apetito causa la pérdida rápida de peso, pero también puede ocasionar consecuencias que podrian sucederle al cuerpo, que hace que la continua pérdida de peso sea más difícil y la recuperación del peso sea más probable.
- Es un proceso muy complejo, con numerosos bucles de retroalimentación y sistemas del cuerpo.
Los efectos a largo plazo de las dietas de apetito
Una investigación hecha entre los años 1980 y 1990 encontró que la dieta inducida, influye en la disminución de las capacidades del metabolismo y esto puede extenderse al período posterior a la dieta cuando esta ya ha terminado; esto nos da otra razón más acerca de porque mantener el peso es tan difícil.
Diane Elliot, un médico y profesor de medicina en la Universidad de Oregon publicó su investigación en 1989 sobre los efectos a largo plazo de las dietas de muy bajas calorías. En ella escribió:
- El reposo metabólico en los individuos con sobrepeso se mantuvo deprimido después de la pérdida masiva de peso a pesar de un mayor consumo de calorías a un nivel que permitía la estabilización del peso corporal.
En 1997, Abdul Dulloo y con algunos colegas, en la Universidad de Ginebra realizarón un estudio similar, examinando los efectos a causa de “morir de apetito” y al finalizar la restricción calórica. Él cito:
- La reducción de la termogénesis durante el periodo que “padecemos apetito” aún persiste después de 12 semanas de una realimentación restringida, su tamaño es inversamente proporcional al grado de recuperación de grasa.
En 1999, Arne Astrup publicó un meta-análisis con datos de todos los estudios que han investigado los cambios en el metabolismo después de la pérdida de peso.
- Ellos encontraron que los individuos con sobrepeso tenían un 3% a 5% en promedio una menor de tasa metabólica en reposo, que los individuos que nunca habían estado con sobrepeso.
Estos y otros estudios estiman que las consecuencias metabólicas de la dieta severa y la pérdida rápida de peso persisten después de la dieta a pesar que esta ha terminado.
El grado de disminución del metabolismo puede variar desde el casi insignificante a muy grave, pero la daño es real; se trata del «daño metabólico» y esto se define no sólo como las consecuencias malas que tienen lugar durante la dieta, sino también como el tiempo de retraso se comporta entre una dieta severa y termina cuando las hormonas, el metabolismo y los mecanismos de regulación del apetito, vuelven a la normalidad.
Siguiendo la pérdida de peso de manera incorrecta («dietas tontas«) se tiende a ver que se hacen las cosas mal y las secuelas permaneceran por más tiempo.
- Siguiendo los pasos correctos para lograr la pérdida de grasa y mejorar la composición corporal de forma inteligente minimiza los daños y previene el daño total metabólico.
- Para quemar la grasa, que alimentan el músculo se debe seguir el programa que se basa en una buena orientación profesional que hace efectiva la pérdida de grasa de forma inteligente asistiendo inicialmente a un médico ortomolecular, realizar test físico, y concurrir a un gimnasio adecuado al objetivo personal.