Como pasar el Día de Halloween
La investigación muestra que el solo hecho de mirar alimentos desencadena los circuitos en nuestros cerebros que nos hace imaginarnos comernos lo que vemos, especialmente los dulces y delicias de Halloween. Muchas tiendas ofrecen grandes descuentos en dulces en los días posteriores a Halloween, por lo que hay que resistirnos al impulso de llevarnos a casa esas fantasías de sabores, llenas de calorías y azúcares.
La prueba de los tres minutos
Un estudio en la revista Appetite descubrió que las propiedades del caramelo para mejorar el estado de ánimo duran solo tres minutos; entonces, antes de abrir la envoltura, deberías preguntarte si la indulgencia realmente vale la pena.
Otro truco inteligente es que dejes los envoltorios de caramelos usados a tu vista (en tu escritorio en el trabajo, el mostrador de la cocina, etc.); las investigaciones muestran que comerás menos cuando puedes ver la evidencia del daño que has hecho.
Observa los gramos de azúcar, no solo las calorías y la grasa
Muchos de nosotros evitamos los caramelos cargados de grasa pensando que son más saludables a las opciones sin grasa, pero esos caramelos tienden a cargarse con azúcar, que no es exactamente lo más saludable, pues el hígado convierte algo de azúcar en grasa, incrementando el peso corporal en forma de masa grasa.
Actúa como un niño.
¿Recuerdas cuando ibas a casa con tu botín lleno de caramelos que amas y caramelos que odias ?; en Halloween las cosas no parecen tener límites al momento de ser un niño o un adulto, porque la oficina también está llena de tazones de dulces. El filtro que debes crear es el mismo que cuando eras niño, pues si no está en la lista de “dulces que amas”, no te los comas. Además, es probable que tus padres tuvieran reglas rígidas sobre la cantidad de caramelos que podrías comer cada día después de Halloween.
Considera configurarlos para ti ahora; por ejemplo, puedes coger uno o dos mini caramelos al día por semana y luego te desharás del botín.
Sigue una rutina de alimentación normal
Ya sea que estés atendiendo el cuenco de dulces en tu propia casa o llevando a tus hijos a pedir dulces, salir con apetito es una receta para una resaca de azúcar en Halloween. Asegúrate de seguir un día regular de alimentación (desayuno típico, almuerzo, merienda y cena) y no «ahorres» calorías para todos los dulces.
Esto te hace mucho más propenso a atracones y exageraciones, especialmente porque los dulces son bajos en proteínas y fibra, los dos ingredientes que te ayudarán a sentirte satisfecho.
Engaña a tu cerebro para comer menos
Los nutricionistas recomiendan este simple truco; solo mastica chicle unos 15 minutos antes de comer un caramelo o chocolate en Halloween; la investigación muestra que el solo hecho de masticar ayuda a controlar los antojos, por lo que comerás menos.
Deshazte de la funda de tu almohada.
Cuanto más pequeña sea la bolsa con la que engañen o traten a tus hijos, menos dulces llevarán a casa, y cuantos menos dulces caigan a tu alrededor, te sentirás menos tentados a devorar esas deliciosas cositas pequeñas, que son fatales para ti y tu cintura.
Camina en Halloween
Caminar alrededor de una hora quema calorías, por lo tanto, siempre que tengas un buen lugar seguro para hacerlo, no recorras los puntos de tu ciudad en coche para satisfacer a los golosos de tus hijos. Aprovecha los beneficios de salud que obtendrán todos dando un tranquilo paseo a los vecindarios y disfruta de un Halloween saludable.
Medita al comer dulces
Esos objetos básicos de Halloween son amados u odiados; a menudo comes tantas cosas y tan rápido que ni siquiera las pruebas. Al volver a comer más conscientemente, sigue este ejercicio, alineando tres granos de caramelo, lejos de la bolsa o el tazón; come uno a la vez, notando el sabor y la textura, centrándote en la pieza que está en tu boca, en lugar de pensar en la que viene después, meditando con cada bocado, lo cual interrumpirá el ciclo mental para parar en el momento exacto.
Date un borrón y cuenta nueva
Si, a pesar de tus mejores esfuerzos, aún te despiertas con una resaca de Halloween provocada por los caramelos, no te culpes por ello. Tomar un desayuno abundante con fibras y proteínas para ayudar a estabilizar su nivel de azúcar en la sangre (prueba la avena con algunas bayas y nueces), realizando un ejercicio agradable, normal y saludable a la hora habitual.
No uses el ejercicio como castigo, sino como una forma de recargar tus niveles de energía y confianza después de un mal día de alimentación; el día después aprovecha los bocadillos saludables hechos en casa para que puedas evitar la tentación del tazón de dulces de la oficina.