¿Necesitas más energía?… toma un placebo
Un estudio hecho por investigadores de la Universidad de Alabama en Birmingham (Estados Unidos) y publicado recientemente en la revista Scientific Reports cita que si se puede usar más energía, sería ideal tomar un placebo. Si bien es un truco psicológico y puede sonar hasta ridículo, pero esta investigación que es controversial pero interesante y curiosa cita que el atleta se volverá más enérgico, incluso si no hay sustancias activas en el contenido.
Para desarrollar el estudio, los investigadores experimentaron con 74 personas que habían sido tratadas por cáncer en el pasado y que seguían sufriendo de fatiga. La mitad de ellas ingresó al grupo de tratamiento habitual y la otra mitad recibió placebo durante tres semanas; los participantes en este último grupo tomaron dos cápsulas de placebo dos veces al día, sabiendo que estaban usando un placebo.
Los investigadores les explicaron que no había sustancias activas en el placebo, y que se preguntaban si los participantes que eran voluntarios, obtendrían más energía debido al efecto placebo. Antes y justo después del período experimental, los investigadores determinaron la fatiga de los mismos con algunos cuestionarios validados.
Al analizar los resultados, se observaron cuantos puntos en relación a la fatiga o grado de fatiga disminuyeron durante las tres semanas y como se relacionaba esto con la calidad de vida; en estas primeras semanas, la disminución fue mayor en el grupo placebo. Una semana después de que finalizó el primer período experimental, comenzó la segunda fase del experimento;
- El primer grupo placebo [OLP] que no tomó placebo durante tres semanas.
- El grupo de tratamiento habitual [TAU] sí lo hizo.
Lo que se observó fue que la fatiga aumentó ligeramente en el grupo que no tomó placebo anteriormente, pero no hubo un rebote significativo. Al mismo tiempo, los puntajes de fatiga cayeron en picada en el antiguo grupo de tratamiento habitual que tomó el placebo; en este escenario, aunque algunas personas pensaban que el placebo no haría nada, tuvieron una buena respuesta científica.
Engañar a los pacientes puede ser innecesario para que los efectos placebo puedan producir beneficios, con procesos neurológicos automáticos como un posible mecanismo para resurgir los efectos. Esto tiene implicaciones revolucionarias sobre como podemos explotar el poder de los efectos del placebo en la práctica clínica.
Los sobrevivientes de cáncer informan que la fatiga es su síntoma más angustiante, incluso más angustiante que otros síntomas como náuseas o dolor, y los médicos luchan por encontrar maneras de ayudarlos con ello. En este estudio, los efectos de las píldoras de placebo sobre la fatiga fueron tan dramáticos que un gran número de pacientes participantes del estudio preguntaron si podrían recibir más pastillas de placebo.. obviamente por razones éticas, no se pudo hacer esto.
Además, los participantes todavía sentían los beneficios tres semanas después de que dejaron de tomar las píldoras de placebo, lo que no se ha demostrado antes, agregan los investigadores. La extensión de los beneficios incluso cuando se suspenden las píldoras de placebo ha sido un descubrimiento sorpresa que ha excitado a muchos investigadores de placebos, pues es una prueba inequívoca que la psicología y los músculos funcionan al unísono.
