Mitos y Verdades sobre la Leche
Todos debemos aprovechar de este alimento, pero hay cosas que debemos saber
La leche de vaca, incluso presentando óptimos tenores de proteínas de alta calidad posee mucha polémica en torno a su consumo; algunos lo defienden como un excelente alimento, mientras los detractores crean mitos que pueden ser reales o no, depende de la óptica científica que nos da la opción de observar a la leche como una bebida completa pero para ciertos objetivos, como nos explican los nutricionistas del MASmusculo Team.
Las primeras evidencias directas del consumo de lácteos datan de cerca de 6000 años; así, la leche es un alimento relativamente reciente en la dieta humana, lo que explica porque cerca del 60% de la población mundial presenta intolerancia a la lactosa, que se caracteriza por diversos síntomas de orden gastrointestinal, ya que la hidrólisis de la lactosa ocurre por acción de la lactasa presente en las microvellosidades intestinales, siendo convertida en galactosa y glucosa.
Analizándose de este modo, y tratándose de practicantes de actividad física sin ambición competitiva, es defendible el uso moderado de la leche de vaca dando preferencia a sus derivados, tales como quesos y yogures, debido a la presencia de menores tenores de lactosa; pero la realidad es que depende de factores individuales, tales como el objetivo, grado de intolerancia, historial patológico, hábitos alimenticios, en donde la individualidad biológica debe siempre ser respetada.
Beneficios de la leche
- Contiene buena cantidad de calcio: 3 vasos de 200 cc aporta hasta 800 mg de calcio, cubriendo así los requerimientos mínimos, además de ayudar a controlar el peso previene la resistencia periférica a la insulina, cuandos se opta por tomar tome leche descremada.
- Provee al organismo mucho magnesio, fósforo y vitaminas A, B2, B12 y D; en general favorables para los que entrenan duro.
- Ayuda a la formación ósea previniendo la osteoporosis.
- Reduce los niveles de ácido úrico.
- Sustituye a la saliva previniendo de padecer caries neutralizando los ácidos orales y remineralizando a los dientes.
- Durante el embarazo es la fuente de nutrientes más importante para el bebé y en la niñez protege a los chavales de enfermedades, y a los convalecientes después de traumas o cirujías.
- Posee ácidos grasos conjugados CLA que potencia la función inmunológica y de cierta manera previene formas de cáncer.
- Regula la presión arterial en ciertas circunstancias.
- Y además contiene ácido esteárico que controla los lípidos sanguíneos.
Mitos y Realidades sobre la leche
- Mito: Como el ser humano adulto consume leche después de la lactancia, en comparación a los animales, incluyendo la leche de otras especies, la leche de vaca no es ideal.
- Realidad: El hombre requirió de la leche cuando dejó de ser nómada, cultivando y criando animales, convirtiéndose en la única especie sobre la tierra en racionalizar y dominar la selección, producción y conservación de los alimentos que necesita, y entre ellos, la leche de vaca, porque para su organismo es completa y beneficiosa.
- Mito: Las proteínas de la leche de vaca es difícil de digerir, además de neutralizar los ácidos estomacales, imposibilitando que las proteínas puedan ser digeridas totalmente.
- Realidad: La leche contiene proteínas completas de alta biodisponibilidad, que son fácilmente digeribles por el organismo humano, lo que si existe es la intolerancia a la lactosa en una población que no digiere el tipo de azúcar láctea y de sus derivados, recordando que la falta de leche genera pérdida de peso y malnutrición, falta de calcio, vitamina D, proteínas y riboflavina…
- Mito: Como a las vacas de establos se las tratan con antibióticos, la leche que se consume contiene restos de los medicamentos.
- Realidad: Si bien el uso de antibióticos es indispensable para el control de la «mastisis» en los animales, hasta ahora no hay datos que prueben que una persona fue afectada por uso de antibióticos animales, pues la industria láctea pasa por sistemas de control de calidad, y si lo hubiere, no son significativos para el ser humano.
- Mito: Si se usaron pecticidas al producir los forrajes, las vacas la acumulan en forma de grasa, llegando a la leche , lo cual causan daño a la salud del consumidor
- Realidad: Aunque la leche puede contener residuos de pesticidas, sus niveles, así como los antibióticos pasan por normas reguladoras, garantizando que no pasen de los límites aceptables.
- Mito: Consumir mucha leche produce células cancerígenas.
- Realidad: No existe evidencia científica de ningún estudio que compruebe esto.
- Mito: Los lácteos produce caries.
- Realidad: Los azúcares que son metabolizados por las bacterias de la placa dental, disminuyen el pH (mayor acidez), desmineralizando los dientes, y en realidad la sacarosa hace esto, mientras que la lactosa solo disminuye lo mínimo de pH, pero lo relevante aquí es que el calcio, fósforo, lípidos y caseína de la leche son factores de protección importante, mientras que la quesería estimula la secreción salivar disminuyendo la acidez.
- Mito: La leche produce diabetes tipo 1
- Realidad: No hay pruebas científicas que relacionan a los lácteos con la diabetes en las personas insulinodependientes, por lo cual no existe condición de decir que esto es real. Es más los datos científicos de la OMS indican que el consumo de leche desde niños previene el desarrollo de diabetes tipo 2 y el riesgo de infarto en la adultez.
- Mito: La leche no previene la osteoporosis.
- Realidad: La vitamina D y el calcio son fundamentales para prevenir la osteoporosis, y como el calcio derivado de los lácteos son importantes, reduce la posibilidad de osteoporosis.
Las diferencia entre las leches
El tenor de grasa de la leche normal (integral) es elevado; por cada 100 g está presente 3.9 g de grasas, de los cuales 2,5 g son saturadas; recordemos que una alta ingesta de grasas saturadas puede aumentar la cantidad de colesterol LDL en la sangre, llevando la obstrución de las arterias y un aumento del riesgo de enfermedad cardiaca sin embargo es interesante para los niños y los adolescentes en sus procesos de crecimiento siempre y cuando no posean un problema de sobrepeso.
La leche semi-desnatada o leche en polvo desnatada posee una cantidad más pequeña de grasas saturadas, colesterol y un valor calórico más pequeño que la leche integral; para que la leche se haga semi-desnatada o desnatada toda la grasa es removida por centrifugación, lo que significa que es colocada en una máquina que lo gira y la gravedad separa la grasa del líquido.
Después de ese proceso, la grasa es añadida de vuelta a la leche a los niveles que lo clasifica como semi-desnatada (1,7%) y desnatada (0,2%); ese proceso reduce las calorías de la leche a la mitad, con solo alguna pequeña diferencia de miligramos en la cantidad de calcio y otros nutrientes entre la leche integral (normal), semi-desnatada y desnatada (magra).