El microbioma y la salud, Parte 2
Hay miles de diferentes tipos de bacterias en los intestinos, la mayoría de las cuales benefician a la salud, sin embargo, tener demasiados microbios insalubres puede conducir a las enfermedades. Un desequilibrio de los microbios sanos y no saludables a veces se llama disbiosis intestinal, y puede contribuir al aumento de peso; hay varios estudios documentados y revisados por científicos médicos y uno de ellos ha demostrado que el microbioma difiere completamente entre gemelos idénticos incluso, después de observar que uno de los cuales era obeso y el otro era sano y delgado, demostrándose que las diferencias en el microbioma no eran genéticas.
Curiosamente, en este estudio, cuando el microbioma del gemelo obeso se transfirió a ratones, ganaron más peso aquellos que habían recibido el microbioma del gemelo magro, a pesar de que ambos grupos siguieron la misma dieta. Estos estudios muestran que la disbiosis del microbioma puede desempeñar un papel en el aumento de peso.
Afortunadamente, los probióticos son buenos para un microbioma saludable y pueden ayudar con la pérdida de peso. Sin embargo, los estudios sugieren que los efectos de los probióticos en la pérdida de peso son probablemente relativos de acuerdo al tipo de dieta, calidad de actividad física y estrés diario; en este sentido los probióticos pueden potencialmente restablecer la salud intestinal y ayudar a reducir el peso.
El microbioma afecta a la salud intestinal
El microbioma también puede afectar la salud intestinal y puede jugar un papel importante en enfermedades intestinales como el síndrome del intestino irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal. La hinchazón, los calambres y el dolor abdominal que las personas con experiencia en situaciones problemáticas con el intestino irritable, puede ser debido a la disbiosis intestinal; esto se debe a que los microbios producen una gran cantidad de gas y otros productos químicos, que contribuyen a los síntomas de incomodidad intestinal.
Sin embargo, ciertas bacterias sanas en el microbioma también pueden mejorar la salud intestinal; hablamos de bifidobacterias y lactobacilos, que se encuentran en los probióticos y el yogurt, las cuales pueden ayudar a sellar las lagunas entre las células intestinales y prevenir el síndrome intestinal con fugas.
Estas especies también pueden prevenir que las bacterias que causan enfermedades se adhieran a la pared intestinal; de hecho, la toma de ciertos probióticos que contienen Bifidobacteria y Lactobacilli pueden reducir los síntomas del síndrome del intestino irritable.
El microbioma beneficia al corazón
Curiosamente, el microbioma puede incluso afectar la salud del corazón; un estudio reciente en 1.500 personas encontró que el microbioma desempeñó un papel importante en la promoción de colesterol HDL «benéfico» y triglicéridos. En este caso, ciertas especies no saludables en el microbioma también pueden contribuir a la enfermedad cardíaca mediante la producción de trimetilamina N-óxido (TMAO).
La TMAO es un producto químico que contribuye a las arterias bloqueadas, que pueden conducir a ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares. Ciertas bacterias dentro del microbioma convierten la colina y la L-carnitina, que son nutrientes encontrados en la carne roja y otras fuentes alimenticias de origen animal a la TMAO, aumentando potencialmente los factores de riesgo de enfermedad cardiaca.
Sin embargo, otras bacterias dentro del microbioma, particularmente las Lactobacilli, pueden ayudar a reducir el colesterol cuando se toman como un probiótico; en fin, es importante proteger y fortalecer el microbioma con alimentos sanos y suplementos probióticos correctos, apoyados por enzimas digestivas en algunos casos.