Los procesos digestivos y la calidad de vida

Publicado el 15 marzo, 2011 | Health

Los alimentos y la suplementación adecuada permiten al ser humano mantener un estado físico y mental balanceado

Las enzimas digestivas tienen origen en los alimentos, en las secreciones digestivas y, cuando necesario, en la suplementación;a partir del momento en que el alimento entra en la boca, se supone que las enzimas comienzan a actuar sobre ellos para que sus moléculas sean descompuestas en sus elementos constituyentes y se hagan biodisponibles, pasibles de ser absorbidas por la mucosa del tracto gastrintestinal y membranas celulares.

Inicialmente, los alimentos reposan en la parte superior del estómago – sector cardiaco o fúndico –, entre 30 y 90 minutos, en consonancia con el tiempo necesario para ser fundidos por las enzimas de los alimentos y de la saliva, «la pitialina»; que actúan sobre los carbohidratos.

  • La pepsina, secretada por el estómago para descomponer las proteínas, aparece al poco tiempo. 
  • En esa fase no existe movimiento peristáltico ni la presencia del ácido clorídrico, que sólo aparece al instante de inhibir la acción de las enzimas y promover el movimiento peristáltico, que ayuda a homogeneizar el pastel alimenticio, que pasa a ser sometido a la corrosión de ese ácido.

La exposición de los alimentos a esa primera acción enzimática determina cuánto de enzimas metabólicas serán drenadas del páncreas y, muchas veces, de otras partes del organismo, y de nutracéuticos absorbidos de los alimentos. Dependiendo de la calidad y cantidad de las enzimas presentes en la saliva y en los alimentos, somos capaces de digerir hasta 60% de los almidones, 30% de las proteínas y 10% de las grasas en esa primera fase.

Bajo el punto de vista del organismo, el proceso digestivo es el de mayor prioridad; el estímulo que los alimentos ejercen sobre el potencial enzimático del cuerpo si es necesario, drena una cantidad de enzimas muchas veces superior a que le cabría, en detrimento de otros metabolismos que, aunque vitales, pasan a ser de menor importancia hasta que los alimentos por lo menos alcancen el intestino grueso.

Posteriormente el pastel alimenticio llega al intestino delgado, y el páncreas necesita liberar enzimas digestivas en cantidad suficiente para que la decomposición de los alimentos y la biodisponibilidad de sus elementos constitutivos sean alcanzadas; eso significa que mientras más pre-digeridos los alimentos lleguen, menos enzimas el páncreas deberá producir y secretar.

Si los alimentos se presenten con un grado de decomposición incompatible con el inicio de esa última fase de la digestión, el páncreas tendrá que hacer un esfuerzo descomunal para producir enzimas en cantidades mayores que su capacidad normal, para que por lo menos parte de los alimentos pueda ser descompuesta.

  • Habiendo necesidad de enzimas en cantidades que exceden la capacidad de producción del páncreas, las enzimas metabólicas son drenadas de otras partes del organismo y transformadas en digestivas, representando trabajo extra para el páncreas. 
  • Cuando esa situación se hace crónica, paulatinamente el páncreas aumenta de tamaño, como un músculo ejercitado.
  • En lo que concierne a la digestión, no hace diferencia alguna si el páncreas está secretando enzimas de origen metabólico o no; el aumento del volumen del páncreas tal vez pueda a causar mayores daños.

Quién más sufre con este proceso relacionado con las enzimas metabólicas son los otros órganos y tejidos (arterias, cartílagos, cerebro, corazón, ligamentos, nervios, pulmones, riñones, tendones, etc.), cuya desaceleración metabólica disminuye la plenitud del desempeño de sus funciones, sistemas vinculados (cardiaco, hepático, hormonal, nervioso, reprodutivo, respiratorio, inmunitario etc.) y reacciones mentales, psíquicas y emocionales.

 

Impacto en el organismo:

  • En el Páncreas: Mientras menos sobrecargado esté, mejor control tendrá sobre la producción y calidad de las enzimas digestivas y de las secreciones pancreáticas, como la insulina.
  • En el Intestino Grueso: Las moléculas no totalmente digeridas en el pastel alimenticio causan disbiosis a la flora intestinal, irritación en las paredes intestinales provocando focos inflamatorios que ponen en riesgo la integridad de la mucosa, polarizan el sistema imunológico a punto de desvirtuarlo de otras funciones (ejemplo: eliminación de las células cancerosas antes que se agrupen en tumores; eliminación de las células oxidadas de los cartílgos antes que se produzcan crisis de artritis, o de los músculos antes que instalen cuadros de fibromialgia u otros cuadros que influyan en el sistema inmunológico.
  • En el Sistema InmunológicoLa ausencia de enzimas en los alimentos le impone, automáticamente, el estado de alerta e inmediato aumento del número de los leucócitos (glóbulos blancos) en la corriente sanguínea, como previendo la aparición de moléculas apenas digeridas en los intestinos, también conocida como “leucocitosis digestiva”, en realidad, los focos inflamatorios tienden a damnificar la pared de los intestinos que, al perder la perfecta permeabilidad, permite que cualquier macromolécula o toxina alcance el torrente sanguíneo y, en ese caso, quien va a tener que “digerilas” es el sistema imunológico.

 

Mejorando el nivel de vida

Para mantener la calidad de vida en altos niveles y garantizar una longevidad de calidad, es indispensable, desde siempre, economizar las enzimas durante la digestión, pues eso se revierte en grandes ganancias para otros procesos metabólicos y esto permite:

  • La calidad del sueño es mucho mejor.
  • La recuperación de la salud, del equilibrio homeostático del organismo y las respuestas las situaciones de estrés son más rápidas.
  • Las comunicaciones hormonales, neurales y las respuestas del sistema imunológico son más eficientes, precisas e instantáneas.
  • El organismo se hace menos vulnerable a la invasión de microrganismos patógenos y al acumulación de células cancerosas bajo la forma de tumores.
  • Los procesos de restablecimiento y revitalización del ADN, de las células, de los órganos, de los tejidos y de los sistemas se aceleran.
  • Los procesos inflamatorios, alérgicos, auto-inmunes, degenerativos y las disfunciones metabólicas se hacen más raros.
  • Se vive con más vitalidad, con mayor sensación de bienestar y un buen humor más estable.

Beneficios de la suplementación enzimática

  • Garantizar la decomposición de los alimentos desprovistos de enzimas y, proveer mayor biodisponibilidad de nutrientes.
  • Retirar la sobrecarga del páncreas, que tendría que producir cantidades extras de enzimas.
  • Reducir la posibilidad de focos inflamatorios en el tracto gastrintestinal, que pueden hacerse infecciosos, a consecuencia de los alimentos apenas digeridos.
  • Disminuir el estrés que el proceso digestivo de alimentos carentes de enzimas o incompatibles entre sí o con quienes los está ingiriendo impone a todo el organismo y, en particular, al páncreas, intestino grueso o sistema inmunológico.

Artículos relacionados:

Comments are closed.