Los antinutrientes tóxicos

Publicado el 27 noviembre, 2013 | Health

No estamos diseñados para comer granos

Los seres vivos, de una forma general, no quieren ser consumidos por otros seres vivos; al ser digeridos, en la mayor parte de los casos, tienden a interrumpir la supervivencia, la procreación y la propagación de las especies, pero estas son cosas normales que la fauna y la flora consideran muy importantes, por ello, la naturaleza los proveyó de varios mecanismos de auto-defensa, incluyendo al organismo de los humanos.

Por ejemplo, los conejos con sus orejas grandes y fibras musculares considerablemente rápidas, y dientes fuertes, pueden oir a un predador aproximarse y esconderse muy rápido pasando por cualquier terreno, o las ballenas azules que son demasiado grandes para caber en la boca de otros, con su tamaño repelen cualquier depredador en el mar.

El punto es que los animales poseen mecanismos de defensa activos, porque corren, luchan, saltan, suben, vuelan, muerden y hasta apelan a nuestras emociones de forma a sobrevivir, pero constantemente, los predadores están evolucionando y generan adaptaciones; sin embargo, las plantas son organismos sin la capacidad de moverse, piensen, y reacciones, pero aplican tácticas diferentes para asegurar su propagación y generalmente dependen de fuerzas exteriores para esparcir sus semillas.

De esta forma, hay varios métodos que están diseñados de forma a impedir el consumo masivo de las semillas para que ella llegue a donde debe; las nueces poseen una cáscara rígida y los granos tienen antinutrientes tóxicos como lectinas, glúten y fitatos, aunque hay excepciones obvias.

Las frutas son agradables, nutritivas y deliciosas, y excepto algunas, los animales pueden comerlas enteras y esparcir sus semillas en los suelos; en este caso, las semillas se mantienen intactas a lo largo del proceso digestivo, y como ninguna semilla quiere ser digerida, pasa de un animal al suelo, para volver a brotar, pero son indigeribles, o esto diseñó la naturaleza para todos.

Existen animales que están claramente adaptados al consumo de granos como los pájaros, los roedores y algunos insectos, que consiguen lidiar con los antinutrientes, pero los humanos, no lo consiguen, y tal vez si los cereales hubieran representado una porción significativa de nuestra historia dietética ancestral, las cosas pudieran haber sido un poco diferentes.

Algunos de nosotros conseguimos digerir lácteos, porque tenemos una enzima amilasa presente en la saliva para digerir el amido si es necesario; pero simplemente no poseemos la maquinaria necesaria para mitigar los efectos negativos de las lectinas, glúten y fitatos.

Conceptos Científicos

  • Las lectinas por un lado se unen a receptores de insulina y las paredes intestinales, causando una resistencia aparente a la leptina, y esto causa un empeoramiento del síndrome metabólico, que no está relacionado al sobrepeso, lo cual es aberrante.
  • Los fitatos por otro lado reducen la absorción de los minerales buenos y malos, entonces cualquier mineral que está añadido a los cereales realmente son un desperdicio.
  • El glúten que está en el centeno, harina y cebada tiene las proteínas glutenina y gliadina; en los celiacos, la presencia del glúten es desastrosa para le organismo desde problemas óseos hasta hipertiroidismo; pero un estudio también muestra que el 29% de las personas que son asintomáticas tenían anti-gliadinas IgA en sus heces y esto significa que el cuerpo sintió una amenaza que es el glúten.

Comments are closed.