La pera es una fruta suave y dulce con un núcleo fibroso;es una fuente importante de antioxidantes, flavonoides y fibra dietética, envasando todos estos nutrientes en un paquete de 100 calorías sin grasa y sin colesterol. Recordemos que consumir peras puede ayudar con la pérdida de peso, reducir el riesgo de desarrollar cáncer, hipertensión, diabetes y enfermedades del corazón, si se las come en forma frecuente.
Si bien existe un desglose nutricional de la pera en función a sus beneficios, nos enfocamos en las peras y el sistema cardiovascular, tomando en cuenta que el corazón, como músculo principal del cuerpo debe funcionar coherentemente a nuestros objetivos de entreno. Para iniciar, las peras están cargadas con minerales como el sodio y potasio, que son vitales para mejorar la circulación circulación sanguínea y fortalecer los músculos del corazón.
Su fibra reduce los niveles de azúcar en sangre y colesterol, manteniendo el corazón en buenas condiciones de trabajo; también se ha demostrado que el aumento de la ingesta de fibra reduce la presión arterial, además de los niveles de colesterol. Una revisión de 67 ensayos controlados separados encontró que incluso un modesto aumento de 10 gramos por día en la ingesta de fibra proveniente de la pera reduce el colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad – dañino) y colesterol total; de hecho según un estudio publicado en el «Current Opinion on Lipidology» en el 2011, añadir más fibra puede reducir el colesterol LDL entre un 5-10%.
Un número de estudios de investigación han vinculado las frutas ricas en antioxidantes, como las peras, a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular; la enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte en muchos países y sinceramente, si el corazón funciona como debe, entonces el rendimiento atlético será mucho mayor. Sobre la reducción de presión arterial, un estudio de Harvard encontró que por cada 10 gramos de fibra de pera consumida, el riesgo de ataque al corazón bajó un 14%, lo que es significativo.
Por otro lado, las peras y el sistema cardiovascular se relacionan más profundamente, puesto que su fibra dietética puede incluso desempeñar un papel en la regulación del sistema inmunológico y la inflamación, por lo tanto, disminuye el riesgo de enfermedades relacionadas con la inflamación como las enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y obesidad. Para puntualizar, otro estudio publicado en la revista Food Research International, encontró que ciertos tipos de peras pueden ayudar a controlar la diabetes tipo 2, hipertensión arterial y úlceras intestinales.
El secreto está en la piel, la pulpa y el zumo de las peras, los cuales contienen altas concentraciones de compuestos fenólicos, que también se encuentran en algunas hierbas medicinales. Como los primeros resultados sobre estos compuestos para su uso en la suplementación se hicieron en tubos de ensayo, se requiere más investigación para averiguar qué tipo de concentraciones en forma de extractos de pera podría ser efectivo para convertirse en un suplemento específico para el rendimiento del sistema cardiovascular.
Estos primeros resultados parecen esperanzadores, sin embargo, y comer más peras no puede hacer daño. La piel de las peras que tiene los niveles más altos de compuestos fenólicos son importantes, pero existen estudios vinculados que demostraron que la pulpa o el extracto de la pulpa de peras puede funcionar como inhibidor suave de la enzima convertidora de angiotensina (ECA); recordemos que estos inhibidores son productos farmacéuticos usados para tratar la presión arterial alta, otro marcador del sistema cardiovascular.
Las peras son también una de las fuentes de fruta más altas de lignina, una fibra insoluble que ayuda a transportar el colesterol fuera del cuerpo y esto podría ser una sorpresa para todos al relacionar las peras y el sistema cardiovascular. La lignina atrapa el colesterol en el intestino antes de que pueda ser absorbido en el torrente sanguíneo.
Debido a que el compuesto no puede pasar a través de la pared intestinal, va a las heces y se elimina, tomando el colesterol con él; por otra parte, la fibra insoluble en las peras no se disuelve o se descompone en los intestinos, sino que absorbe el agua. Esto hace que las heces sean más suaves pasando más suavemente a través de los intestinos, lo que ayuda a prevenir el estreñimiento y las hemorroides, además de disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de colon.