Las legumbres y el síndrome metabólico
Esta revisión sistemática dirigida a resaltar los efectos beneficiosos de las intervenciones de legumbres para la prevención y/o mejora de los parámetros relacionados con el síndrome metabólico y las vías metabólicas implicadas hasta ahora reportados ha sido de nuestro interés dentro de la nutrición deportiva. Los estudios hechos por institutos de nutrición de la Universidad de Granada y la Universidad Miguel Hernández de Elche demostraron mediante una metodología de cruzamiento de datos, como ajustar una ecuación de cada una de las variables nutricionales en función al mejoramiento del metabolismo.
En total, fueron finalmente incluidos 41 estudios; la mayoría de los estudios describió un efecto regulador en la glucosa y el metabolismo de los lípidos gracias al consumo de legumbres conocidas, aunque que no se describen completamente los efectos sobre la presión sanguínea y los parámetros renales. En cuanto a las vías metabólicas implicadas, incluyen la regulación de genes relacionados con la beta-oxidación y la degradación de la acetil-CoA y la baja regulación de los genes glicolíticos y lipogénesis, así como los asociados con la síntesis de acetil-CoA.
Los efectos de mejorar el consumo de legumbres en las alteraciones asociadas con los tratamientos para casos de síndrome metabólico están claramente relatadas y coinciden con los cambios en la expresión de proteínas y genes implicados en el metabolismo de lípidos y la glucosa. Si bien, se requieren de más investigaciones sobre la inclusión de más especies de legumbres que son altamente consumidas como parte de un patrón de dieta saludable, existe una especificación en una tabla definida por nutricinistas y científicos en forma coincidente.
La familia de las leguminosas se compone de plantas que producen una vaina con semillas en su interior; en este artículo, utilizamos el término «legumbres» para describir las semillas de estas plantas, refiriéndonos a algunas como las conocidas lentejas, guisantes, garbanzos, habas, soja y maní, que puede variar en su apariencia, sabor y uso. Una taza de estos alimentos en forma cocida contiene proteínas, fibras, y carbohidratos, muchos minerales como hierro, folato, magnesio o potasio entre otros, además de dosis recomendadas de vitaminas B, entre otros nutrientes que vinculan a las legumbres y el síndrome metabólico.
Por un lado los defensores de la dieta paleolítica (de la edad de piedra) evitan los granos, legumbres, azúcar y todos los alimentos procesados en favor de carnes de calidad, aves, pescado, verduras, frutas, y saludable grasas, mientras los que se enfocan en las dietas de carbohidratos lentos recomiendan las legumbres. Pero más allá de las contradicciones entre las partes, podemos citar que entre las 13.000 variedades de frijoles, arvejas y lentejas, se dividen alimentos que son saciantes con una baja cantidad de calorías, previniendo el apetito y el consumo extra de calorías, además por sus cantidades de fibra soluble e insoluble promueven la regularidad intestinal y regulan los niveles de azúcar, lo que contrasta perfectamente con la resultante entre las legumbres y el síndrome metabólico.
Por otro lado, las legumbres son llamadas a veces «carne de los pobres» porque son una fuente barata de proteína vegetal de calidad; son realmente un sustituto de la carne animal, sin embargo, no tienen los mismos perfiles de vitaminas y minerales. Lo interesante es que las legumbres están libres de colesterol, porque no contienen ninguna grasa saturada, lo que protege al sistema cardiovascular y otros sistemas que necesitan de la circulación de la sangre; también, al igual que las frutas y las verduras, las legumbres más coloridas tienden a ser más altas en antioxidantes, lo que complementa la dieta de cualquier deportista.
Fuentes
- British Journal of Nutrition: Beneficial effects of legumes on parameters of the metabolic syndrome
- JD Moyer Articles: Bean Or Not To Bean, That Is The Question
- Health Yeating Research: The Health Benefits of Legumes