Las grasas en el pre y post-entrenamiento
Puede impactar tanto en la digestión de proteínas, en el flujo sanguíneo y en la hormona de crecimiento
Algunas personas tienden a evitar el consumo cualquier tipo de grasa para mantener la definición corporal pero gracias a las investigaciones y experiencias de más atletas y con mucha más información formal sabemos que la grasa es un nutriente importante para los practicantes de musculación porque no solo ayuda a mantener altos niveles de testosterona, también sirve para aumentar la capacidad del cuerpo de quemar grasa.
Diez años atrás, las dietas de los culturistas estaban compuestas de solo 10% o menos de calorías provenientes de la grasa; ahora las dietas con un aproximado de 30% de grasas son comunes, sin embargo a pesar de que la necesidad del consumo de grasa en la dieta de los que entrenan pesado, hay dos momentos del día en donde se debe mantener una ingesta muy baja; estamos hablando del pre y post-entrenamiento.
En general es recomendable consumir menos de 5g de grasa en esos periodos pues si se consume en mayor cantidad puede retardar la digestión de las proteínas; además puede disminuir el flujo sanguíneo hacia los músculos y hay una tercera razón para justificar el bajo consumo de grasas relacionado a la reducción de los niveles de la hormona de crecimiento.
- Investigadores de la UCLA Medical Center, en California, realizaron ensayos con individuos que practicaron 10 minutos de ciclismo de alta intensidad en una bicicleta ergométrica en tres condiciones; en una de ellas los usuarios ingirieron una comida líquida bajas calorias antes de la prueba; en otra los usuarios ingirieron una comida con alto índice glicémico, y en la última con un alto índice de grasa.
- Este estudio demostró que cuando los individuos consumieron la comida rica en grasas, sus niveles de HGH fueron reducidos en más de la mitad comparada con los que consumieron las comidas calóricas y con carbohidratos.
Los investigadores relataron que la disminución de los niveles de HGH ocurrió debido a un aumento en los niveles de somatostatina que es una hormona que inhibe la liberación del HGH.