La soledad y el estrés
Las personas solitarias producen una exagerada cantidad de citoquinas proinflamatorias tras el estrés agudo
Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, se pudo descubrir que la soledad no es saludable, y que las personas solitarias viven menos tiempo que las que tienen muchas relaciones sociales; en este caso el estrés agrava los procesos inflamatorios y la soledad aumenta esto, lo que representa un avance científico interesante para compartir con todos nuestros amigos, que diariamente viven en distintos ambientes, planificando sus metas personales o de entrenamiento.
Los procesos inflamatorios son útiles, el sistema inmunológico los usa para recuperar el tejido dañado y para matar los agentes patógenos, pero el exceso de inflamación es algo menos saludable, incluso los científicos describen al envejecimiento como una cascada de procesos inflamatorios. Por otro lado, cuando la inflamación tiene lugar, las células inmunológicas se comunican con la ayuda de interleucina-6 y el factor de necrosis tumoral-alfa.
En un primer experimento, los investigadores trabajaron con personas sanas que hacían entrevistas delante de la cámara, en la que tenían que decir que eran adecuados para un puesto de trabajo imaginario, lo que causó un nivel de estrés; en este punto, se examinó las células inmunes de la sangre, antes de cada entrevista, 45 minutos más tarde y después de 2 horas, observándose cuantas interleucinas promotoras de inflamación se producían, añadiéndose un cuestionario para determinar si vivían solos, demostrándose después durante el análisis de información que los solitarios producían más TNF-alfa que las personas que vivían en un entorno social.
Los investigadores repitieron el procedimiento con un grupo de mujeres que habían sobrevivido al cáncer de mama; el cáncer está asociado con altos niveles de estrés crónico, y entonces querían saber si la soledad también influía en la respuesta al estrés en los sobrevivientes de cáncer, lo que se volvió a comprobar, comprobando la sinergia entre ambos como un factor de insalubridad humana.
En conclusión, la soledad está relacionada con una exagerada producción de citoquinas proinflamatorias tras el estrés agudo, lo que refleja un fenotipo proinflamatorio en las personas solitarias; en el estudio también se demuestra que la soledad tiene consecuencias inmunológicas y ofrece una visión de las vías por las que las relaciones sociales pueden afectar la salud y el bienestar.
