La respiración en el entrenamiento
Se debe inspirar lo suficiente en cada empuje, jalón o contracción e ir expirando lentamente controlando las fases negativas.
Es común observar en los gimnasios a los practicantes respirando de forma errada. Un buen control respiratorio durante la ejecución de la rutina ayuda de forma importante a los objetivos de los ejercicios. En reposo y durante un ejercicio, el practicante debe respirar de la manera que le parezca más natural; no es recomendado prender excesivamente la respiración con la glotis cerrada ( porción más estrecha de la larginge ) durante la ejecución de un entrenamiento de fuerza, pues la presión sanguínea se eleva de forma sustancial.
Con la presión elevada se vuelve difícil el trabajo del corazón ( bombear sangre para el cuerpo se vuelve más difícil ) y requiere sustancialmente más energía; la elevación de la presión sanguínea durante la actividad física es notoria. Sin embargo, esa elevación es amenizada si la respiración ocurre de forma regular durante las contracciones musculares.
Se debe evitar las conversaciones durante la ejecución del ejercicio. La concentración para tener una respiración adecuada en la musculación todavía es ignorada por muchas personas. Quizás porque no exista una regla específica para todos los tipos de ejercicios, aunque la mayoría de las personas usen la coordinación entre la respiración y la fase de contracción muscular (esto en un entrenamiento de mayor intensidad).
Como respirar
La respiración puede cambiar de acuerdo con el tipo de entrenamiento y, consecuentemente, con la carga trabajada. Una cosa sin duda es importante, se debe evitar bloquear la respiración (apnea) durante los ejercicios.
Los músculos en una serie de entrenamientos bombean mucha sangre a su interior durante cada repetición con peso para estar llenos de nutrientes y reparar el daño físico que se produce; un nutriente muy importante es oxígeno vinculado a la hemoglobina de la sangre y cuanto mayor demanda de sangre exista, mayor necesidad de hemoglobiana habrá y por tanto también de oxígeno; esto lo provee cada respiración realizada.
Es por ello que se debe inspirar al empujar los pesos llenando los pulmones de oxígeno, pasando la sangre que va a los músculos. Al bajar el peso se debe expirar (fase negativa). Y aún en esta fase se necesita una buena cantidad de oxígeno, pues ésta debe ser controlada y lenta.