La lucha constante contra el apetito reduce la esperanza de vida
Una experiencia científica que puede servirnos para darnos cuenta de nuestros errores
Un estudio de la Escuela de Medicina Psicosomática de la Universidad de California cita que las mujeres que están a dieta y luchan para suprimir el apetito acortan sus telómeros, que son las cadenas de protección de los cromosomas que determinan la edad máxima que se puede alcanzar; probablemente si una persona está a dieta y experimenta una constante sensación de apetito, está reduciendo su expectativa de vida, porque esto suele ser muy estresante, ya que la posibilidad al fracaso es alta y conlleva a la depresión.
La dieta es a menudo también una lucha contínua para suprimir el apetito, entonces no es de extrañar que la mayoría de los estudios de hombres y mujeres que quieren perder peso muestran altos niveles de cortisol, la hormona del estrés, que según varios estudios reduce la longitud de los telómeros, por lo cual querían vincular una dieta crónica y sus efectos trabajando con 20 mujeres de entre 40 a 50 años, que se querían ver geniales.
Los investigadores utilizaron una encuesta de comportamiento alimentario holandés para determinar cuantas restricciones tenían las mujeres en su conducta alimentaria; el cuestionario incluía preguntas como ¿ Tratas de comer menos en las comidas que te gustaría comer ? Y ¿ Con qué frecuencia tratas de no comer entre comidas porque estás mirando tu peso ? …
Los investigadores dieron a las mujeres una puntuación de restricción dietética sobre la base de sus respuestas; además, los midieron la longitud de los telómeros en las células blancas de la sangre de las mismas, observándose que las que más lucharon para suprimir el apetito, tenían telómeros más cortos, además se notó que la restricción dietética es una predicadora más fuerte de la longitud de los telómeros, que la edad o el IMC, porque su efecto es brutal.
En su artículo, los investigadores también describen el estudio que hicieron en 36 mujeres más jóvenes, de 20-50 años de edad, que produjo los mismos resultados que el estudio de las mujeres mayores; ellos no creen que es la dieta en sí, que reduce la longitud de los telómeros, pero si, tener continuamente lapsos de restricción dietética con patrones desregulados de ayunas, atracones y purgas, pues las comidas frecuentemente perdidas son seguidas por comidas en exceso, lo que causa un «cepo metabólico», en forma de fluctuaciones mayores en los niveles de insulina y glucosa, que al final acelera la pérdida de los telómeros.