La aplicación del calor y el frío en los tratamientos
En ningún caso cura una lesión, sin embargo ameniza el cuadro inflamatorio y de dolor
Las terapias que usan el calor (termoterapia) y que usan el frío (crioterapia) no llevan a la cura de ninguna enfermedad, sin embargo son instrumentos importantes que auxilian en el tratamiento de varias patologías ortopédicas y neurológicas porque son recursos sintomáticos, que cuando aplicados adecuadamente, reducen el espasmo muscular y la sintomatologia dolorosa, preparando la región afectada para la aplicación de las técnicas terapéuticas.
El calor
La aplicación del calor, promueve alteración de las propiedades físicas de los tejidos que componen los tendones, cápsulas articulares y cicatrices, mejorando sus respuestas al estiramiento, aliviando el dolor, aumentando la flexibilidad de los tejidos músculos-tendíneos, dimiinuyendo la rigidez de las juntas, mejorando el espasmo muscular y la circulación sanguínea.
Es importante mencionar no calentar las regiones del cuerpo que están anesteciadas, con edemas, inflamadas, heridas, o en áreas donde hay tumores, sobre los testítulos, el abdomen de una embarazada o en personas inconcientes.
La técnica de tratamiento se debe hacer 3 veces al día, durante 20 a 30 minutos, usando bolsas calientes en los sitios a ser tratados.
El frío
El tratamiento de frío debe ser hecho con bolsas heladas durante 20 minutos, en el sitio del dolor, 3 veces al día; este método disminuye el espasmo muscular, alivia el dolor y en los traumatismos previene el edema y disminuye las reacciones inflamatorias, recordando que para que tenga un efecto más efectivo, debe ser aplicado inmediatamente después del trauma, antes que el edema se forme.
El frío es contra-indicado en los casos de artritis porque aumenta la rigidez articular; y en estos casos es mejor usar el calor.