¿Es el gluten tan malo?, Parte 2
Muchas de las alegaciones hechas contra el gluten se basan en pruebas relativas a una pequeña minoría de personas que tienen enfermedad celíaca o alguna enfermedad asociada. Estos rasgos negativos están siendo extrapolados para desalentar a la población más amplia de comer productos de gluten; esto no significa que el gluten puede conducir a mala salud en la población general, aunque parece que hay un caso para limitar el consumo de gluten y rotar las fuentes de carbohidratos dados los posibles efectos adversos de la lectina, por ello se necesita más investigación para verificar su impacto en los seres humanos.
La sensibilidad al gluten no celíaca parece estar aumentando; esto puede ser una consecuencia del aumento de la conciencia y la mejora de la detección tanto como un aumento en el número real de personas que son intolerantes al gluten. Pero, para los individuos no sensibles, la evidencia sugiere que el consumo de grano juega un papel vital en la protección contra todo, desde las enfermedades del corazón hasta el cáncer.
El gluten y composición corporal
Es imposible que alguien gane grasa a menos que esté en un excedente calórico; eso es un hecho básico, por lo que la idea de que comer granos puede conducir a la ganancia de grasa a través de algún otro proceso es falso. Además, la suposición de que en una dieta normal y variada con granos, puede causar la ganancia de grasa y no las carnes, nueces, aceites y así sucesivamente, carece de fundamento.
Una revisión del consumo de grano por (Giacco et al) vinculando gran ingesta de grano con bajo IMC (índice de masa corporal) curiosamente no hizo ninguna diferencia en la composición corporal; por otro lado, tomando un paso atrás, una comparación de dietas bajas y altas en carbohidratos no reveló diferencias significativas en el resultado de la composición corporal.
En otro estudio, individuos de prueba con síndrome metabólico que se sometieron a una dieta hipocalórica enriquecida en grano entero experimentaron una reducción en la grasa corporal y factores de riesgo cardiovascular. En fin, si estas personas tienden a consumir una gran cantidad de gluten, como los vegetarianos y personas asiáticas, donde los granos constituyen una gran proporción en sus dietas, entonces serán todas gordas, lo que no es el caso.
El gluten y la osteoartritis
Hay cierto apoyo para la asociación entre la osteoartritis y el consumo de gluten; un estudio (Elkan et al) descubrió cambios positivos en la salud en un grupo de pacientes con artritis que siguieron una dieta vegana sin gluten. Los investigadores comentaron, «una dieta vegetariana sin gluten induce a cambios que son potencialmente artero-protectores y anti-inflamatorios, incluyendo la disminución de los niveles de LDL y agentes inflamatorios de las arterias, como niveles en agentes inflamatorios importantes”.
Este estudio no nos dice qué aspecto de la dieta vegetariana sin gluten puede haber contribuido a estos cambios positivos y nadie puede estar seguro de si fue la ausencia de gluten o, de carne o, productos lácteos; también es incierto como estas mejoras positivas en la salud afectaron la artritis de los individuos.
Otras investigaciones demuestran una correlación entre el consumo de gluten y la artritis en los pacientes celíacos. Ahora bien, si se sufre de artritis, puede valer la pena cortar el gluten, incluso si no se tiene otros síntomas asociados con la intolerancia al gluten.
El gluten y la depresión
Puede ser que los individuos sensibles al gluten sean más propensos a la depresión, pero esto es muy diferente de decir que el gluten puede causar depresión, especialmente en aquellos sin sensibilidad al gluten. La investigación en esta área no es concluyente y, mientras que algunos estudios demuestran un vínculo entre una dieta libre de gluten y la reducción de la depresión en los pacientes celíacos, otros indican que no hace ninguna diferencia para los pacientes deprimidos, pero definitivamente puede reducir la ansiedad.
Suponiendo que no tengas problemas con la tolerancia al gluten, la idea de que el gluten puede causarte depresión demuestra un malentendido grosero de la investigación científica.
El gluten, la función tiroidea y la enfermedad autoinmune
Muchos estudios apoyan la idea de que tener una enfermedad autoinmune aumenta la probabilidad de tener otra y de ahí el vínculo entre la enfermedad celíaca y la enfermedad tiroidea. Pero ¿el consumo de gluten puede contribuir directamente a la disminución de la tiroides?
No hay evidencia que respalde este punto de vista; entonces, para aquellos que no son intolerantes al gluten, no hay razón para dejar de comer granos. Eliminar el gluten de la dieta puede ser beneficioso para algunas personas con enfermedades autoinmunes, pero no podemos saber esto con certeza hasta que todo se aclare a través de estudios objetivos.
Las lectinas del gluten y el daño celular
Las lectinas son proteínas vinculantes al azúcar que pueden interferir con la absorción de nutrientes; el contenido de pectina de los granos es una preocupación ya que además de interferir con la absorción de nutrientes, la pectina también puede causar resistencia a la leptina. La leptina es una hormona principal en el cuerpo con una multitud de efectos sobre las hormonas aguas abajo, incluyendo la testosterona, la hormona del crecimiento, la insulina, el cortisol y muchas otras.
Cualquier interferencia con esto podría presentar efectos adversos significativos sobre la salud y la composición corporal. Si bien esto suena preocupante, cabe señalar que la mayoría de los datos sobre la lectina provienen de estudios con animales y hasta que no se haya realizado una investigación adecuada sobre los seres humanos, no hay motivos para eliminar los granos y otros alimentos vegetales que contienen lectina de la dieta sobre esta base científica.