Fortalecimiento Central
Como prevenir los dolores de espalda
Cuatro entre cada cinco personas sufren dolores en las espalda en algún momento de su vida; entonces, es muy importante aprender a proteger la espalda. Existen dos tipos diferentes de dolores en la espalda, el dolor agudo y el crónico. El agudo se caracteriza por el dolor en las espalda con duración inferior a las seis semanas; el crónico puede durar más de tres meses. El dolor agudo de espalda es mucho más común que el crónico y generalmente el propio cuerpo puede curarse de las lesiones que lo causa, con baja necesidad de intervención médica. Sin embargo, consultar un médico es siempre recomendable en caso de sentir hormigueos o dolores que no disminuyen con medicación y reposo, o si se hubiere caído o sufrido otro tipo de lesión.
Tendemos a interrumpir todas las actividades físicas con el surgimiento de dolores en la espalda. Esto es bueno para los primeros días, pero permanecer inactivo por más de tres días puede ser más perjudicial que útil para el proceso de cura. La espalda pierde flexibilidad y se queda más débil si los tendones, ligamentos y músculos no fueren estimulados. El movimiento también promueve el restablecimiento.
Normalmente, el dolor crónico en la espalda puede ser amenizado y controlado de forma eficiente sin operaciones; que en cierto caso pueden ser necesarias para tratar la causa de este tipo de dolor, como por ejemplo en caso de hernia de disco o fracturas vertebrales que afectan los nervios.
Prevención
Una de las mejores cosas que se puede hacer para prevenir el dolor en la espalda es ejercitarse regularmente, prestando atención a los músculos de la espalda, caderas y toda la región abdominal. Estos músculos componen la “base central”, y mantenerlos fuertes, juntamente con la mantención del peso adecuado, es la mejor medicina preventiva conocida.
Mantener un peso saludable es muy importante porque exceso de peso deposita presión innecesaria en la espalda, siendo una causa bien común de los dolores. Los ejercicios como caminar, nadar, andar en bicicleta y entrenar con pesas sin llegar al sobre-entrenamiento son formas de actividad física de bajo impacto que pueden ayudar a mantener un peso saludable sin perjudicar la columna.
Los ejercicios específicos que fortalecen la espalda y el abdomen son extremadamente importantes en el tratamiento de dolores crónicos y también en su prevención. Desarrollar y mantener la fuerza muscular es realmente importante para prevenir lesiones en la espalda. La regularidad es otro punto muy importante. Incorporar algunos ejercicios para la “base central” en la programación diaria es muy relevante, aunque no sean días de entrenamiento. Para estos días «en caso de los prácticantes de musculación», se puede complementar con movimientos y estiramientos.
La flexibilidad también es importante para prevenir dolores en las espalda. En caso de los músculos flexores de la rodilla y de la cadera (bíceps femoral y iliopsoas) tengan pobres desempeños, alterarán la inclinación de la zona poniendo presión sobre la región lumbar. Estos músculos deberían garantizar que la región lumbar se queden posición correcta, previniendo dolores en la espalda.