La menopausia puede ser el momento ideal para que las mujeres comiencen a hacer ejercicio; este hecho lo cita una nueva investigación que sugiere que el cuerpo de la mujer se adapta mejor al ejercicio durante el período. Son millones las mujeres que están pasando por la menopausia en cualquier momento, dentro de un ambiente de sudores nocturnos, sofocos y cambios de humor.
Mientras que ir al gimnasio puede ser la última cosa en sus mentes, las mujeres en esta etapa de la vida se beneficiarán más del ejercicio lo que los hicieron antes, según los investigadores. Los científicos pensaron que cuando la menopausia golpea a la mujer, los beneficios del ejercicio disminuirían rápidamente, pero esta nueva investigación de la Universidad de Copenhague en Dinamarca cita lo contrario.
El cambio, que generalmente comienza a finales de los 40 y principios de los 50 años, se desencadena cuando el cuerpo deja de producir estrógeno y otras hormonas sexuales, de modo que se puede establecer un vínculo científicamente serio entre el entreno y la menopausia. La nueva investigación, publicada en el Journal of Physiology, sugiere que la reducción del estrógeno puede mejorar la absorción de oxígeno en los músculos, lo que sorprende.
Para demostrar esto, el equipo de investigación siguió a un grupo de 36 mujeres en sus 50 años, 16 de los cuales habían comenzado recientemente la menopausia y 20 que todavía no habían comenzado. Cada mujer fue sometida a un régimen de entreno de 12 semanas de ciclismo de alta intensidad; el equipo, dirigido por la profesora Ylva Hellsten, tomó muestras de tejido para evaluar los cambios moleculares en sus músculos del muslo.
Encontraron que el grupo posmenopáusico tenía una mejor red de vasos sanguíneos, suministrando más oxígeno donde era necesario; esto indicó que sus músculos se habían adaptado mejor al ejercicio. Los hallazgos sugieren que la fase posmenopáusica temprana se asocia con una mayor capacidad de la vascularización de la pierna y las mitocondrias del músculo esquelético para adaptarse al entreno..
Se resume que la capacidad de suministrar oxígeno para que coincida con la demanda de los músculos activos se conserva en la fase inicial que sigue a la transición menopáusica. Por otro lado, el Dr. Michael Nyberg, uno de los investigadores, añadió; «El presente estudio señala una posible vía de señalización a nivel celular que puede subyacer la mayor sensibilidad a la actividad física en mujeres posmenopáusicas recientes”.
Los futuros estudios sobre el entreno y la menopausia deberían, por lo tanto, seguir explorando esta vía tanto en modelos animales como humanos, pero es vital que las mujeres conozcan del proceso, porque la menopausia puede causar depresión, dolores de cabeza y sudores nocturnos y a largo plazo, también puede causar enfermedad ósea y pérdida de memoria.
Aún se puede entrenar en edad adulta
Alrededor del 80% de estas mujeres se cree que experimentan síntomas, que suelen durar unos cuatro años; sin embargo, el ejercicio regular realizado durante estos años tiene beneficios duraderos. Así mismo, las últimas proyecciones de esperanza de vida sugieren que las mujeres que están al inicio de sus años 50 de hoy, probablemente vivan hasta finales de los 80, entonces, la mayoría tendrá por lo menos otras tres décadas de vida para mantener sus cuerpos activos y sus vidas a pleno.
Muchas personas sospechan que si no viven un estilo de vida activo cuando llegan a mediana edad, puede ser demasiado tarde para marcar la diferencia. Pero los investigadores han encontrado que hacer ejercicio incluso en los años 40, 50 o incluso 60 puede marcar una diferencia importante, cuando hablamos del el entreno y la menopausia.
Un estudio danés hecho con 45.000 personas entre 50 y 65 años, el año pasado informó que aquellas mujeres que pasaron media hora de ciclismo a la semana, redujo en un 16% el riesgo de un ataque al corazón. Una investigación separada, publicada el año pasado, encontró que caminar apenas 20 minutos al día en los años 50 o 60 podría agregar hasta siete años a su vida.
Por otro lado, académicos suecos han encontrado que incluso después de una vida de inactividad, hacer ejercicio tan tarde como a los 60 años, todavía puede llevar a una mejora notable a la salud de una mujer. Los científicos piensan que esto es porque incluso el ejercicio modesto tiene un efecto anti-envejecimiento en las células que podrían prolongar la vida útil.