El Suero en la Prehistoria
Una investigación científica demostró el consumo de leche en la antiguedad, después de un esfuerzo extremo como parte de un proceso de recuperación
Aunque la proteína en polvo instantánea facilitada por suplementos de suero de leche, en una industria que arrancó a principios de los años 50 del siglo 20, y que durante su evolución, fue aislando los elementos indeseables del suero, gracias a los avances en la ciencia de la nutrición deportiva; ahora sabemos gracias a una investigación hecha en USA, y publicada en la revista Scientific Reports, que los europeos bebían leche de vaca, cabra u oveja desde hace 5000 años, ya que los hombres de la prehistoria conocían el poder de la beta-lactoglobulina después de un esfuerzo físico tremendo, ya sea una batalla, entrenamientos de fuerza propios de la época, u otro tipo de actividad como cazar.
Lo interesante en este estudio fue observar que la estrategia del momento ideal para tomar un alimento, funcionaba después de dicha sesión de esfuerzo, y esta ventana de oportunidad era el momento ideal para la recuperación del ejercicio. Los científicos utilizaron técnicas de espectrometría de masas para descubrir la beta-lactoglobulina en las antiguas muestras de placa dental a través de los huesos de estos hombres de pre-historia en todo el continente, recordando que la beta-lactoglobulina es una proteína prominente que se encuentra en el suero, y que es un componente de la leche.
Si bien el queso de leche es casi tan antiguo como la propia humanidad, lo que nos importa fue el suero, pues los europeos en este caso según otras investigaciones conservaban la leche en recipientes de cerámica o los pellejos de los animales, pero lo interesante es saber que el hombre de la pre-historia ya aprendió a separar naturalmente la leche ácida en cuajada y el suero, el primero para hacer quesería, y el segundo para elaborar derivados lácteos antiguos, incluyendo quesería, pero también ciertos tipos de bebidas para recuperar el cuerpo del embate del duro esfuerzo, especialmente los hombres.
El equipo internacional dirigido por un profesor de la Universidad de Oklahoma descubrió así la primera evidencia del consumo de leche en el cálculo dental de inviduos que vivieron en Europa y Asia en la Edad de Bronce, inclusive haciendo otro estudio sobre huesos dentales de individuos británicos que vivieron en el periodo medieval, entre 1000-1500 DC; el estudio tiene implicaciones de largo alcance para la comprensión de la relación entre la dieta y la evolución humana, pues los productos lácteos son una innovación reciente en la dieta, post-neolítica, y la mayoría de la población mundial es incapaz de digerir la lactosa, porque a menudo el desarrollan los síntomas de intolerancia a la lactosa
La nueva investigación ofrece evidencia directa de que la proteína de la leche de vacas, ovejas y cabras, ha sido consumida por las poblaciones humanas durante al menos 5.000 años; esto corrobora la evidencia previa que encontró grasas de leche identificadas en cerámica y utensilios de cocina en las primeras comunidades agrícolas de la región.
El descubrimiento del consumo de proteínas de la leche, específicamente como parte de la alimentación después de un esfuerzo intenso, comparaba también los rasgos genéticos y comportamiento cultural, y esto sucedía con mayor frecuencia en comunidades donde las condiciones ambientales, obligaban a los hombres a salir a cazar o encarar batallas con otras comunidades en la búsqueda de alimentos o agua.
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